Los viajeros procedentes de Brasil, Argentina, Chile y Sudáfrica que incumplan la cuarentena de 10 días obligatoria tras su llegada a Francia tendrán que pagar una multa de 1.500 euros (1.800 dólares), anunció este lunes el portavoz del gobierno Gabriel Attal.
“La policía realizará controles para verificar que estén en el lugar donde deben aislarse”, dijo Attal a la radio Europe 1. En caso de reincidencia la multa se elevará a 3.000 euros, añadió.
“Me parece que es disuasorio”, subrayó el vocero, después de explicar que las personas que aterricen procedentes de esos cuatro países serán objeto de una orden del prefecto para que se auto-aislen durante diez días en una dirección que ellas elijan.
Además, para poder volar a Francia, habrá que presentar un test negativo PCR realizado como mucho 36 horas antes y no 72 horas como hasta ahora. El PCR podrá haberse hecho hasta 72 horas antes del vuelo, pero en ese caso tendrá que completarse con una prueba de antígenos de menos de 24 horas.
Francia anunció el sábado que establecerá una cuarentena obligatoria de 10 días para los viajeros procedentes de Brasil, Argentina, Chile y Sudáfrica, debido a la preocupación creciente por las variantes del COVID-19.
Los vuelos con Brasil están suspendidos, pero se mantienen con los otros tres países ya que, según París, la presencia de variantes “no alcanza los niveles observados en Brasil”. La cuarentena obligatoria para estos viajeros se aplicará progresivamente hasta su entrada en vigor plena el 24 de abril. También afectará a los viajantes que procedan del territorio francés de Guyana, ubicado en Sudamérica.
El portavoz del Gobierno francés reconoció que “la coordinación europea no ha sido perfecta” en esta cuestión de los controles de viajeros procedentes del exterior de la UE y reiteró la voluntad de su país de corregir esa situación.
De entrada, los ministros de los Veintisiete abordarán esa cuestión este martes. El punto principal será establecer una clasificación común de los países que se consideran de riesgo.
A los que desde la oposición critican al Ejecutivo de Macron por la falta de esa coordinación replicó que París había decidido en enero limitar la entrada de viajeros extraeuropeos a los que tuvieran “un motivo imperioso”.
Además, hizo notar que el tráfico de pasajeros que llegan de países de fuera de la UE representa únicamente un 10 % del que había antes de que estallara la crisis del coronavirus.
Francia suspendió el pasado día 14 los vuelos procedentes de Brasil por la amenaza de importar casos de una variante de la COVID-19 que tienen allí una amplia circulación y que se considera particularmente peligrosa. Esa suspensión está previsto que se mantenga hasta el día 24 y a partir de ese día solo podrán entrar en Francia procedentes de ese país los franceses, familiares directos o residentes en Francia.