El presidente, Alberto Fernández, sostuvo este jueves que «la crisis ecológica y social son dos caras de la misma moneda» e insistió con la idea de una «renovación de la arquitectura financiera internacional» que posibilite un «canje de deuda por acción climática».
Al exponer en forma virtual en el marco de la Cumbre de Líderes sobre el Clima de la que participan los presidentes y referentes políticos más importantes del mundo, el Jefe de Estado argentino señaló, en línea con las ideas del Papa Francisco, que el cuidado de la ecología y la situación social son fenómenos íntimamente relacionados.
Fernández convocó especialmente a sus pares más cercanos a coordinar «medidas regionales y solidarias» y, de la misma manera en que lo había hecho ayer en la Cumbre Iberoamericana, se mostró como impulsor de un «canje de deuda por acción climática».
«Nos miran las nuevas generaciones. El tiempo de la duda se terminó; nadie se salva solo. Transitemos unidos un tiempo distinto con justicia social, financiera y ambiental», postuló el mandatario argentino.
Fernández sostuvo que el Gobierno puso «la acción climática y ambiental en el centro de sus convicciones» y citó a Juan Perón al afirmar que se debe «tomar conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medioambiente».
Señaló en ese sentido que el país no sólo honra las metas del Acuerdo de París sino que además postula mayores medidas y esfuerzos que incluyen, por ejemplo «un plan de eficiencia para el transporte, la industria y la construcción» y la tipificación como delito ambiental de las prácticas de «deforestación ilegal».
Entre otras acciones económico-financieras, reiteró su pedido para que la «asignación de derechos especiales de giro» se haga «sin discriminar a los países de renta media» y se reconfiguren «los análisis de las aseguradoras de riesgo para no distorsionar» las realidades de los países emergentes.
Mientras la Argentina discute la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, Fernández criticó los «sobreendeudamientos irresponsables» adquiridos antes de la pandemia y pidió «mayor flexibilidad de plazos, tasas, y condiciones» para el pago de los compromisos.
La cumbre comenzó a las 9 -horario de la Argentina- y en su formato virtual reunió a 40 mandatarios en el marco del Día Internacional de la Madre Tierra.
El listado de expositores fue armado en base a las principales economías de los 17 países más responsables de emisiones y los mandatarios considerados más comprometidos.De los 40 jefes de Estado convocados hay dos de las Islas del Caribe -Antigua y Barbuda y Jamaica- y cinco latinoamericanos: los de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México.
El resto de los países invitados son Alemania, Arabia Saudita, Australia, Bangladesh, Bhutan, Canadá, China, Congo, Corea del Sur, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, España, Francia, Gabón, India, Indonesia, Israel, Italia, Japón, Kenia, Islas Marshall, Nigeria, Noruega, Nueva Zelanda, Polonia, Reino Unido, Rusia, Singapur, Sudáfrica, Turquía, Vietnam.
Además, habrá un miembro de la Comisión Europea y otro del Consejo Europeo.
Fernández había sido invitado a esta Cumbre por el gobierno de Estados Unidos el 26 de febrero último, a través de una conversación telefónica mantenida con el Enviado Especial para el Clima de la administración de ese país, John Kerry; y ratificada el 26 de marzo con una carta enviada por el propio presidente Biden al mandatario argentino.