El optimismo es moderado. Domina la cautela. Quienes están abocados a la difícil misión de la llegada de más vacunas contra el coronavirus quieren evitar los pasos en falso. Por eso evitan las confirmaciones hasta el último segundo. Después de un período de zozobras e incertidumbres porque en varios lugares del país se quedaron casi sin provisión de inyectables, en los últimos días empezaron a llegar noticias un poco más alentadoras.
En medio de las preocupaciones por un momento crítico de la pandemia, que se hayan conseguido más de un millón y medio de dosis en dos embarques la semana pasada les hizo recuperar el aire principalmente a los funcionarios del Ministerio de Salud, que veían cómo el plan de vacunación se había debilitado en los últimos días de marzo. Y la certeza de que este fin de semana vendrá desde Beijing en tres vuelos otro millón de la vacuna china Sinopharm les proporcionó otro envión revitalizador.
En la Casa Rosada esperan que los dos aviones de Aerolíneas Argentinas que partieron en la madrugada del viernes y del sábado depositen su carga en Ezeiza para realizar nuevos anuncios. Aunque faltan detalles sobre la logística a emplear, es muy probable que el millón de vacunas del segundo contrato que se firmó con el laboratorio chino se puedan ir a buscar en los últimos días de abril. También desde Rusia habría datos alentadores casi al mismo tiempo con un nuevo cargamento de las Sputnik V. La esperanza es que esta frecuencia para conseguir este insumo que escasea a nivel global se regularice durante mayo y junio. Sobre todo con el laboratorio anglosueco de AstraZeneca al que ya se le pago el 60% de un total de 22,4 millones de dosis de la Covishield, de las cuales todavía no llegó ni una.
Lejos quedó aquel discurso del presidente Alberto Fernández cuando el 12 de agosto de 2020 aseguró que el laboratorio mAbxience que tiene sus instalaciones en Garín, en la provincia de Buenos Aires, iba a fabricar el principio activo de la vacuna de AstraZeneca y que se iba a envasar en México. Para fines de febrero habían prometido la entrega de las primeras partidas pero eso nunca se cumplió. Se hizo el envío a los mexicanos pero tuvieron problemas con el fraccionamiento, el envasado y el etiquetamiento.
Alberto Fernández y su gabinete saben que inmunizar a la población será uno de los mejores antídotos para que la segunda ola del Covid-19 no provoque severas consecuencias en nuestro país. Por eso transmiten diariamente a cada uno de los integrantes del Gobierno su apuro por hallar una solución a los contratos incumplidos y las demoras en completar la inoculación de las población más vulnerable. El jefe de Estado argentino dijo ayer en declaraciones a Radio 10 que espera que AstraZeneca “empiece a cumplir sus compromisos con América Latina”, contó que tuvo “una comunicación con el CEO de esa empresa” (el francés Pascal Soriot) y que le expresó su “malestar” por el retraso en la llegada de esas vacunas contra el coronavirus. ”Argentina produjo 30 millones de principios activos y no ha vuelto la cantidad de vacunas que se comprometieron a traer”, aclaró.
Hugo Sigman, el empresario argentino que fundó el grupo Insud que posee el laboratorio mAbxience, empezó a recibir cuestionamientos por esta demora en las entregas. Los mexicanos del laboratorio Liomont, ubicado en el municipio de Ocoyoacac, a unos 70 kilómetros de la capital azteca, argumentan que se les complicó el acceso al filtro de vidrio microparticulado que se usa para filtrar, fraccionar y envasar el principio activo que le envían desde Argentina. Debían importar ese filtro desde Estados Unidos pero el expresidente Donald Trump bloqueó en los peores momentos de la pandemia en ese país la exportación de productos médicos amparándose en la emergencia sanitaria. Todo se complicó. A tal punto que pese al anuncio del canciller mexicano Marcelo Ebrard sobre la regularización de los suministros de AstraZeneca hacia América Latina no se pudo cumplir.
Una posibilidad latente es que esta carencia pueda ser reemplazada mediante la distribución de dosis que efectúa el Fondo de Acceso Global a Vacunas Covid-19 (conocido como Covax por sus siglas en inglés), una iniciativa de la que participan 190 países, impulsada por actores públicos y privados, y dirigida por la Alianza Mundial para las Vacunas y la Inmunización (GAVI), la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Gracias a este mecanismo Covax, del que Argentina reservó 9 millones de dosis, ya se consiguieron dos embarques. Uno de 218.000 dosis y otro más reciente el 18 de abril de otras 864.000 que sirvieron para reforzar el plan de inmunización. Según informó en su página web la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en un comunicado, ayer sábado se entregaron 336.000 vacunas de AstraZeneca a Ecuador, este domingo arribarán 912.000 dosis a Colombia y 134.400 a Paraguay, el lunes otras 55.200 a Jamaica y el jueves 92.430 a Bolivia (en este último caso serán del laboratorio estadounidense Pfizer). Argentina, en mayo, recibiría nuevas partidas de la Covishield, pero aún no fue confirmado por la OPS.
Con respecto a las Sputnik V rusas también se aguardan novedades esta semana. La asesora presidencial Cecilia Nicolini estuvo recientemente junto al ministro de Economía, Martín Guzmán, para destrabar nuevos cargamentos. Luego del embarque que se terminó de cristalizar el 19 de abril con 800 mil dosis del componente 1 de la vacuna rusa que se fabrica en el Instituto Gamaleya, Argentina anunció que ampliaba el contrato con el Fondo Ruso de Inversión Directa de 25 millones de dosis a 30 millones. Además, se informó que el laboratorio argentino Richmond había acordado con los rusos la fabricación de la Sputnik V en Argentina.
Hasta el momento hubo 12 vuelos a Rusia en busca de vacunas de este tipo. Ya se trajeron al país 5.267.745 dosis. Los vuelos a Moscú fueron el 24 de diciembre, con 300.000 dosis; el 16 de enero, con otras 300.000; el 28 de enero, con 220.000 y otras 20 mil destinadas a Bolivia; el 12 de febrero se trajeron 400.000 dosis; el 28 de febrero fueron 517.500; el 1 de marzo, 732.500; el 19 de marzo, 330.000; el 22 de marzo, 500.000; el 27 de marzo llegaron 370.000; el 30 de marzo, 300.000; el 4 de abril, 497.745 y el 19 de abril las últimas 800.000.
Habrá que esperar para saber si esta vez los rusos proveerán en sus próximos envíos el componente 1 o el 2 de la vacuna, que son diferentes.
En tanto, este domingo a las 19 decolará en Ezeiza el vuelo AR1061 de Aerolíneas Argentinas con las primeras 384.000 dosis de Sinopharm de un total de un millón. El lunes el vuelo AR1051, también de la empresa de bandera, traerá otras 371.200 y en un vuelo de la compañía alemana Lufthansa, el miércoles, arribarán las restantes 244.800. Todas se aplicarán a personas que ya recibieron la primera de las dosis de la vacuna china y Argentina tendrá colectadas un total de 9.932.600 vacunas contra el coronavirus.
De los dos contratos con el Grupo Farmacéutico Nacional Chino quedará por completarse el segundo ya que falta la entrega de un millón de los cuatro millones de vacunas que se adquirieron. Debido a la buena relación que Alberto Fernández mantiene con el presidente del gigante asiático, Xi Jiamping, la intención es que se firmen nuevos convenios. Pero esto se demorará porque en China se avecina el 1 de julio cuando se cumplirá el aniversario número 100 de la fundación del Partido Comunista. El gobierno chino se propuso una gran campaña para tener vacunados a 520 millones de sus ciudadanos. Por eso, temporalmente, se prohibió la exportación de vacunas.
Con los dos millones de dosis de Sinopharm en territorio argentino, habrá casi 11 millones de las diferentes variedades de vacunas en el país. Lejos del objetivo inicial del Gobierno nacional que firmó con distintos laboratorios para obtener a esta altura del año alrededor de 65 millones. Aunque el primer objetivo de tener inmunizadas a 14,5 millones de personas consideradas dentro de los grupos de riesgo no parece tan utópico. Desde el Ministerio de Salud que orienta Carla Vizzotti sostienen que el ritmo de la campaña de vacunación podría ir más rápido si hubiese más dosis disponibles. Creció bastante el viernes 23 (159.378 aplicaciones) y el sábado se alcanzó un nivel alto para un día de fin de semana con otras 63.610.
Como crecen con extrema rapidez los contagios y las muertes y se acentúa la falta de camas para atender casos graves durante esta segunda ola de Covid-19 que puede provocar un temido colapso del sistema de salud las gestiones oficiales con el fin de conseguir más vacunas se intensificarán.
Hay optimismo y mucha cautela. No se quiere tropezar dos veces con la misma piedra.
Eduardo Menegazzi/Infobae