Clasificado a la próxima instancia de la Copa Liga Profesional, Miguel Ángel Russo le dará descanso a varios futbolistas que empezaron a sentir la carga de los duelos de entresemana y piensa plantar un Boca alternativo frente a Patronato por la última fecha. En ese once colmado de suplentes resalta un nombre que aún no se vio en la primera del Xeneize, pero que ya tiene su historia en las divisiones inferiores: el de Renzo Giampaoli.
Oriundo de la pequeña localidad santafesina de Bombal, a menos de 100 kilómetros de Rosario, el marcador central diestro y categoría 2000 fue descubierto por Horacio García y Norberto Madurga en una prueba en junio de 2014 en San Vicente, Santa Fe, mientras se desempeñaba en Sportivo Bombal.
Poco tiempo atrás, el joven, que en su pueblo arrancó de extremo, luego pasó a jugar de enganche y de volante central hasta que retrocedió un par de metros más y terminó plantado en el corazón de la defensa, había fichado con Rosario Central, pero como no tenía rodaje le pidió el pase para poder darle vida a su sueño en el elenco de La Ribera.
A partir del visto bueno de los captadores de talentos, pasó los dos selectivos que tuvo en el predio de Casa Amarilla y, ya en el arranque del 2015, se fue a vivir a la pensión del conjunto azul y oro. Su solvencia en la marca, su orden para jugar y su técnica con la pelota en los pies lo hicieron escalar peldaños hasta llegar a ser actualmente el capitán de la Reserva de Sebastián Battaglia.Sin embargo, no fue un camino fácil para Giampaoli, quien desde un principio sufrió la adaptación en una categoría ya aceitada que tenía nombres importantes como el de Agustín Almendra, Agustín Obando, Manuel Roffo, Aaron Molinas, Facundo Colidio, entre tantos otros. Asimismo, su panorama se complicó aún más con el arribo de Claudio Vivas a la coordinación de Inferiores del club: estuvo a un paso de quedar libre por no ser tenido en cuenta.
Más allá de las pocas chances brindadas, el área de captación que lo trajo alzó la voz para que continuara y la historia del pibe tomó otro rumbo. Se afianzó en la zaga, comenzó a ser un pilar fundamental y desde hace un largo tiempo Russo lo sigue bien de cerca. Tal es así que, si bien no hizo su estreno oficial, fue considerado en los amistosos previos al reinicio del torneo contra Argentinos Juniors, Estudiantes de Río Cuarto y Barracas Central.
El 15 de septiembre de 2020 firmó su primer contrato profesional y también realizó la pretemporada con el plantel. En los pasillos del predio de Ezeiza se habla de sus condiciones. De su buena altura (mide 1.88), su ubicación en la cancha, su velocidad en el retroceso y en el anticipo, y hasta lo apuntan como el “heredero de Leonardo Balerdi”, quien dio el salto a Europa a inicios de 2019.
Este sábado, frente a Patronato, Renzo Giampaoli cumpliría el sueño de su vida: saltar al campo de juego del Estadio Presbítero Bartolomé Grella y hacer su debut profesional con el escudo de Boca en el pecho. El futuro llegó hace rato para el Xeneize.
