Los medios locales de San Petersburgo publicaron fotos y vídeos de miles de personas concentradas en las calles durante las celebraciones del fin del curso escolar, en las que se respetaron poco las medidas sanitarias.
La ciudad, además, fue sede de seis partidos de la Eurocopa de fútbol y el próximo viernes organizará un último encuentro de cuartos de final, en todos con las gradas al 50% de capacidad, lo que supone más de 26.000 espectadores.
Decenas de aficionados finlandeses contrajeron el virus tras presenciar el partido entre su selección y Bélgica a principios de semana.
Días atrás, la ciudad anunció la prohibición de vender comida en las zonas para aficionados de la Eurocopa.
Este incremento de infecciones y muertes se produce mientras las autoridades rusas intentan convencer a sus escépticos ciudadanos para que se vacunen.
«Para frenar la pandemia, se necesita una cosa: vacunaciones rápidas y a gran escala. Nadie ha inventado otra solución», aseguró el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin a la televisión estatal este sábado.
«Para solucionar este problema, necesitas vacunarte o confinarte», dijo en otra declaración, según la agencia de noticias RIA Novosti.
Solo 21,2 millones de los 146 millones de ciudadanos rusos recibieron al menos una dosis de la vacuna, según el balance del viernes de la web Gogov que, al no haber una estadística oficial a nivel nacional, agrega datos ofrecidos por regiones y por los medios.
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