Declaran la «emergencia hídrica” ante la histórica bajante en el Río Paraná

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El presidente Alberto Fernández declaró formalmente este lunes el “Estado de Emergencia Hídrica” por 180 días en la región de la cuenca del río Paraná que afecta a las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Aires, ante la histórica bajante que se registra en esa región.

La medida quedó instrumentada a través del Decreto 482/2021, publicado recientemente en el Boletín Oficial, y faculta al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en su carácter de presidente del Consejo Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil, a “delimitar las áreas afectadas por la emergencia”.

Además, el punto central de esta decisión es que a diferentes áreas del Poder Ejecutivo se les asignó una misión en particular, todas tendientes a disminuir los efectos negativos de la bajante en las zonas alcanzadas por el fenómeno ambiental.

Las tareas que deberá cumplir cada organismo

De esta manera, les permite a los Ministerios de Desarrollo Productivo, que conduce Matías Kulfas, y de Trabajo, a cargo de Claudio Moroni, a adoptar las acciones “necesarias con el objeto de preservar la continuidad de la actividad productiva y la conservación de los puestos de trabajo en los sectores afectados”.

Lo mismo podrá hacer la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que dirige Mercedes Marcó del Pont, “respecto de aquellos y aquellas contribuyentes cuyo establecimiento productivo se encuentre afectado por la emergencia, siendo este su principal actividad.

En tanto, el Banco Nación dispondrá la asistencia en materia crediticia, mientras que el Ministerio de Transporte, en manos de Alexis Guerrera, “observará las posibilidades de navegación y acceso a puertos”.

El ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Juan Cabandié, estará a cargo de “controlar los incendios en las zonas de islas y márgenes mientras dure la emergencia”, mientras que su par de Seguridad, Sabina Frederic, deberá dar “adecuada respuesta a las demandas específicas vinculadas a la emergencia” e “integrar las acciones de las distintas áreas involucradas a través del Sistema Nacional de Alerta Temprana y Monitoreo de Emergencias (SINAME)”.

Entre las múltiples tareas que tendrá el Ministerio de Economía, manejado por Martín Guzmán, están las de “asegurar el normal abastecimiento de la demanda de energía eléctrica” y “dar prioridad a la navegabilidad del transporte de los combustibles”, con el objetivo de asegurar los servicios de gas natural y de electricidad.

A su vez, el Ministerio de Obras Públicas, de Gabriel Katopodis, tomará medidas “a los efectos de que se realicen las obras de infraestructura necesarias para mitigar los efectos de la emergencia en las zonas afectadas, mientras dure la misma”.

El Instituto Nacional del Agua (INA) tendrá que brindar “asesoramiento y prestar colaboración en el ámbito de su competencia, a los servicios técnicos necesarios para llevar adelante” todas las otras iniciativas mencionadas. Asimismo, quedaron suspendidos los plazos administrativos “vinculados con las áreas alcanzadas por la presente declaración de emergencia”, en las regiones afectadas.

Por último, Cafiero está autorizado a realizar “las reestructuraciones presupuestarias que fueren necesarias a los efectos de asignar los créditos, cargos y cualquier otra adecuación que se requiera para el financiamiento” de todos estos proyectos.

Bajante histórica

La decisión se tomó a raíz del “impacto y las consecuencias que está generando la bajante histórica más importante de los últimos 77 años en la cuenta hídrica de los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú”, según informaron las autoridades nacionales en un comunicado emitido el domingo.

La bajante actual del Paraná es la más importante en el país en los últimos 77 años. El déficit de precipitaciones en las cuencas brasileñas del río Paraná y del río Iguazú y la sequía son factores determinantes.

El investigador del CONICET, Juan José Neiff aseguró la semana pasada que el bajo nivel de este río “es récord también en la cantidad de tiempo, debido a que las aguas permanecen bajas hace 730 días y el pronóstico indica que continuará hasta diciembre”.

Además, agregó que “desde 1901, que se inició el registro hidrométrico en Corrientes, no se presenta una situación similar, tan extendida en el tiempo”.

El experto explicó sobre la bajante que “los pronósticos de El Niño y La Niña, que son los que influyen, determinan que la situación continuará hasta diciembre” y “la consecuencia más grave es la provisión de agua y pueden generarse problemas en muchas ciudades”.

Como consecuencia de este fenómeno, según sospechan los especialistas, el viernes último se derrumbó una parte del muelle del Parque España, ubicado en la ciudad santafesina de Rosario.

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