Efectivos policiales asistieron a una joven de 22 años para que diera a luz a una beba de 3,5 kilgramos. El hecho se registró minutos antes de las 7 en la Subcomisaría Costanera Sur y utilizaron los asientos traseros del móvil ya que presentaba contracciones y claras señales que el tiempo jugaba en contra.
El Oficial Sub Inspector Williams Sayago; el Cabo Cristian Romano y el Agente Carlos Paz que se encontraban en la guardia tuvieron que asistir a Rocío Juárez, una joven residente del barrio La Católica.
Rocío cursaba los nueve meses de embarazo y se hallaba en trabajo de parto, por lo que de inmediato, se solicitó una ambulancia con personal médico para el traslado de la parturienta y el apoyo de otras dependencias de la fuerza para que colaboran con el corredor sanitario desde la Subcomisaría hasta el hospital Ramón Carrillo, pero no había tiempo.
Las contracciones aumentaban su frecuencia e intensidad y el subcomisario José Cáceres les pidió a los policías, que ayudaran a Rocío a subir al patrullero para llevarla al Hospital Regional y en el asiento trasero del móvil, en el momento que ninguno olvidará y que todos recordarán como propio, nació Leire Eluney.
La asistencia de los uniformados fue efectiva y en cuestión de minutos, la mamá y su beba estaban en camino al centro de salud en el patrullero, puesto que no contaban con instrumental apropiado para completar el alumbramiento y cortar el cordón umbilical.
Con balizas encendidas y sirena, llegaron presurosos a destino y fueron recibidos por personal obstetra del nosocomio que rápidamente actuaron en la asistencia a Rocío y Leire Eluney.
Posteriormente, les informaron a los policías que un diagnóstico primario indicaba que la madre y la niña se encontraban en buen estado de salud y que el peso de la beba era el óptimo.
