El domingo por la noche, hombres fuertemente armados entraron en el centro de reclusión de Kabba, en el estado de Kogi, y liberaron a numerosos presos por la fuerza tras enfrentarse con guardias armados.
Explicó además que un soldado y un agente de policía murieron en el ataque, mientras que otros dos guardias seguían desaparecidos el lunes tras el asalto ocurrido el domingo al penal de la provincia Kogi.
Por otra parte, el ministro del interior Ogbeni Rauf Aregbesola añadió que se ha establecido una fuerza conjunta de todas las agencias policiales para perseguir a los reclusos fugados dado a que en el momento del asalto, la prisión tenía 294 reclusos.
Si bien no está claro quiénes eran los asaltantes, en los últimos años tanto el centro como el noroeste de Nigeria ha sido terreno de actuación de bandas criminales. De hecho, es la segunda vez este año que ocurre una masiva fuga de presos en una cárcel de Nigeria, el país más poblado de África.
Las autoridades no creen que los dos casos están relacionados. La otra fuga, ocurrida en abril, fue atribuida a secesionistas pro-Biafra en el sudeste del país. Unos 1.844 reclusos se dieron a la fuga tras ese ataque ocurrido en la provincia Imo.
A fines del año pasado hubo otras dos grandes fugas de presos en el sudoeste del país, en medio de protestas contra la policía.
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