Desde que perdió en las elecciones primarias del 12 de septiembre, el oficialismo decidió apurar medidas económicas que mejoren la capacidad de compra a la población y ayude a revertir la derrota en los comicios generales de noviembre. En el medio, y tras una fuerte crisis política al interior del Frente de Todos, cambió parte del gabinete, pero la decisión de inyectar dinero en la calle se mantuvo firme, incluso con más fuerza que antes.
Las medidas no se ciñen exclusivamente a lo económico. De hecho, el flamante jefe de Gabinete, Juan Manzur, debutó esta mañana con una batería de definiciones vinculadas con una mayor flexibilización de las restricciones sanitarias, pero el objetivo es que en las próximas horas comiencen los anuncios que afectan el bolsillo. De hecho, el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVyM) prepara un nuevo incremento del piso salarial en función de la inflación prevista para este año. Son varias las decisiones que el Gobierno tiene en carpeta, y que irá anunciando de forma diaria en el curso de esta semana, según confirmaron fuentes oficiales.
Una cuarta etapa del IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) es una de las medidas bajo análisis, cuyos detalles se darían a conocer, en principio, este miércoles, horas antes de que el Indec informe el dato de desocupación del segundo trimestre del año. Durante el 2020, este programa consistió en el otorgamiento de una suma de $ 10.000 en tres oportunidades (abril, junio y agosto) a unas 9 millones de personas entre trabajadores informales, monotributistas sociales y de las categorías A y B, empleadas domésticas, titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación Universal por Embarazo (AUE) y personas desempleadas.
Se trató de una medida excepcional adoptada por el Gobierno en plena pandemia y cuarentena, que tuvo como objetivo proteger a las familias ante la pérdida o disminución de sus ingresos por la situación de emergencia sanitaria.
A partir de la base de datos generada en ese momento, el Gobierno ya había dejado trascender, post PASO, que buscaría ayudar a quienes todavía seguían en situación de fragilidad económica producto de la crisis generada por la pandemia. Según datos oficiales, esta cuarta edición del IFE llegaría a unas 3 millones de personas que se desenvuelven en la informalidad, y están fuera de la AUH, la Tarjeta Alimentar o el plan Potenciar Trabajo, entre otros.
De acuerdo con lo que tiene en carpeta el equipo económico, en esta oportunidad, la ayuda alcanzaría a los $15.000 y se pagaría en octubre. Aunque no se descarta que pueda abonarse también en noviembre, ya que es el mes de las elecciones. De confirmarse este monto, se estarán destinando para este programa entre $30.000 millones y $ 45.000 millones mensuales, dependiendo de la cantidad exacta de personas alcanzadas.
El año pasado, la inversión total destinada al IFE ascendió a $263.169 millones y los beneficiarios sumaron 9.048.499. Del total, el 55,7% se destinó a mujeres, en tanto que el 44,3% restantes, a hombres. En cuanto a la distribución etaria, el 33,5% del monto se otorgó a personas de entre 25 y 34 años, mientras que otro 27,8% fue cobrado por jóvenes de entre 18 y 24 años. Según datos oficiales, el 32,8% de la población de entre 18 y 65 años recibió, en 2020, al menos un IFE.
La decisión de otorgar este año un IFE 4, aunque más acotado, no estaba en los planes del ministro de Economía, Martín Guzmán, quien no sólo no previó partidas presupuestarias para asistencia Covid para 2021, sino que en reiteradas oportunidades descartó que se volviera a pagar una ayuda de estas características. Ante la segunda ola, que obligó al Gobierno a aplicar nuevas restricciones durante el segundo trimestre del año, las autoridades apelaron al programa Repro y redistribuyeron partidas presupuestarias para cubrir la mayor asistencia a empresas para el pago de sueldos. Ello sigue vigente para las firmas que aún no lograron recuperarse de la pandemia y siguen con importantes caídas de facturación, como es el caso de restaurantes, hoteles y todos los servicios vinculados con el turismo.
Esta medida se sumará a otras que también están cerca de ser anunciadas, como un nuevo bono a los jubilados que cobran el haber mínimo (hoy es de $25.922); el nuevo salario mínimo, que se ajustaría 10 puntos más de lo ya acordado por la aceleración inflacionaria; y el nuevo piso del impuesto a las Ganancias que regirá para los trabajadores en relación de dependencia, que pasará de los $150.000 brutos actuales a $ 175.000, mediante un decreto.
También están previstas otras medidas que apuntan a darle créditos a tasa 0% a las familias, así como también a las empresas. De hecho, está al salir una resolución en el Boletín Oficial mediante la cual se crea una nueva línea de financiamiento (de Transformación Productiva Pyme) por $3.000 millones, que buscará ayudar a todas aquellas micro, pequeñas y medianas empresas con proyectos de inversión a poder desarrollarlos. Tendrán que mejorar la productividad de la firma, promover un aumento de las exportaciones e impulsar el desarrollo de su cadena de valor.