Un diputado de Santa Fe no quiere vacunarse y no lo dejan participar de las sesiones presenciales

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Como en el resto de las actividades, la Legislatura santafesina volvió a las reuniones presenciales, también con exigencias como en las canchas de fútbol o en las discotecas. Pero a diferencia de esos espacios donde la participación es voluntaria, ir al recinto es parte de las obligaciones de un legislador. Para asistir a las sesiones deben contar con las dos dosis de la vacuna contra el Covid aplicadas, pero un diputado tomó la decisión personal de no vacunarse hasta saber más sobre las actuales vacunas.

Pasó el último jueves en Santa Fe, cuando después de 17 meses la Cámara de Diputados volvió a las sesiones presenciales de sus 50 miembros. En los últimos meses había un formato mixto en el que sólo asistían al recinto los presidentes de bloque, mientras que el resto lo hacía de manera virtual.

El retorno a la presencialidad no es un problema en la otra cámara legislativa santafesina, en el Senado todos los legisladores se vacunaron contra el Covid, y se exige menos: una dosis.

En Diputados, en cambio, hay al menos un caso particular de no vacunado voluntariamente, y además la sensibilidad con el tema está atravesada por el fallecimiento por Covid de quien fuera presidente de la Cámara, Miguel Lifschitz, y por el caso de otro legislador que estuvo un mes internado afectado por la enfermedad.

La decisión del diputado por el bloque Somos vida y familia Juan Argañaraz provocó un problema inesperado. Integra lo que queda de la bancada que ingresó en 2019, seis legisladores de la lista que encabezó Amalia Granata. Hoy de los seis diputados provinciales siguen juntos sólo tres, en tanto los otros formaron bloques unipersonales, incluida Granata. Pero todos ellos están vacunados.

La decisión del legislador Argañaraz lo obligó a participar de la última sesión como en los peores momentos de pandemia. Mientras sus pares se saludaban en el recinto, él entraba a una oficina ubicada en las inmediaciones de la Cámara, a conectarse de manera virtual a través de un link. Y pudo intervenir en algunas votaciones escribiendo su voto en el chat y en otras levantando la mano, lo que en la jerga parlamentaria llaman “votar por signo”.

“Es un gusto volver a ver este recinto poblado”, dijo el presidente de la Cámara de Diputados, el socialista Pablo Farías, al abrir la sesión del reencuentro. A la vez pidió mantener los mayores cuidados posibles, más allá de las habilitaciones que la baja de casos permitió. En la provincia de Santa Fe se registraron en los últimos cuatro días 28, 39, 33 y 26 casos nuevos de coronavirus cada 24 horas.

No obstante, en el ingreso al recinto se sigue tomando la temperatura de los legisladores, se mantienen colocados los barbijos cuando no se hace uso de la palabra y se dispone de alcohol en gel sobre cada banca.

El requisito de que había que tener las dos dosis de la vacuna fue acordado en la reunión de Labor Parlamentaria, de la que participan todos los presidentes de bloque. Y dejó a un solo legislador afuera, aunque en la última sesión fueron cuatro los que participaron de manera virtual, pero por otros motivos distintos a no estar vacunados, entre ellos el presidente del bloque de tres al que pertenece el diputado no vacunado.

Juan Argañaraz, sentado en su banca

“Que respeten mi libertad”

Argañaraz contó sorprendido que a pesar de sus deseos de volver a las sesiones presenciales, en la semana previa lo inquietó una pregunta que le hicieron: “¿Están todos vacunados?”

“Le dijeron a mi presidente de bloque, porque conmigo no se comunicaron, que no iba a poder sesionar si no estaba vacunado, y me mandaron el link. Tengo 100% de asistencia”, afirma.

“En mi caso -relata el diputado de Vida y Familia- decidí no ponerme ninguna de las dos dosis hasta que este proceso vaya evolucionando. Porque la mayoría de las vacunas van por la tercera etapa de un total de cinco”.

A la hora de argumentar su postura señala que “por lo que dicen los especialistas, estar vacunado te disminuye los síntomas en caso de contagiarte, pero por estar vacunado no dejás de contagiar. Por lo tanto, tenemos la misma probabilidad tanto los vacunados como los que no nos vacunamos de contagiar y de ser contagiados”, reflexiona.

No obstante, el diputado está a favor de atender al resto de los cuidados y a mantener la distancia física con sus pares. Lo que no resigna es a que no se respete su decisión: “Están coartando mi libertad. Cada uno puede decidir lo que hace”, aunque aclara que no es antivacuna. “No quiero ninguna de estas dosis porque están en etapa de prueba. Pero por ejemplo me puse todas las vacunas contra la gripe año tras año”, remarcó.

Dice no saber si los otros miembros de su bancada se vacunaron: “Que cada uno responda por lo suyo. Somos tres, no sé si se vacunaron porque nunca lo charlamos. Es una decisión personal”, dice.

También cuenta la experiencia con su madre, de 76 años. “Le pregunté tres veces si quería que la llevara a vacunar y ella decidió que no, y tengo que respetarla”.

“Pude entrar a la Legislatura, no hay protocolo”

Sobre su imposibilidad de participar de la primera sesión presencial en pandemia, destaca una contradicción: “El jueves participé de la sesión de manera virtual, pero el día anterior había entrado a la Legislatura a hacer unos trámites personales administrativos y no me pidieron nada. No hay un protocolo escrito y comunicado. Pude entrar para hacer unos trámites y no pude entrar para sesionar”, ironiza.

“El martes vamos a presentar una nota al presidente de la Cámara para sentarnos a charlar sobre el tema. Soy una persona de diálogo, no me fui enojado”, dijo.

Este diputado provincial es a la vez candidato a senador nacional por Santa Fe. Es uno de los nueve que pasaron a los comicios generales de las 22 listas que se habían presentado a internas.

Con todo, el legislador de Vida y Familia no se privó de hablar en la sesión en la que se trató un tema sensible a los intereses de su bloque. Los diputados le dieron media sanción a una nueva ley provincial de Educación (la que está vigente tiene 72 años). Argañaraz intervino para fundamentar su oposición a la iniciativa diciendo que el momento no es oportuno, el ámbito no es propicio, faltó diálogo y reclamó pluralidad de voces.

El presidente de la Cámara cerró la sesión deseando que en la próxima estén los 50 legisladores, algo que parece imposible. Al menos Argañaraz no llegará a aplicarse las dos dosis.

Daniel Abba/Infobae

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