Tras decir que sabía que la provincia era “territorio hostil”, Alberto Fernández agregó: “Sé también que hacen falta muchos cordobeses y muchas cordobesas como ustedes para que Córdoba de una vez por todas se integre al país; para que Córdoba de una vez y para siempre sea parte de la Argentina y no esta necesidad de siempre parecer algo distinto”.
El marco de estas declaraciones fue la reunión con 150 dirigentes cordobeses del Frente de Todos el pasado 3 de noviembre en el Centro Cultural Kirchner, para coordinar el último tramo de la campaña.
Al kirchnerismo no le fue bien en las PASO de esa provincia el pasado 12 de septiembre. La fórmula del Frente de Todos que encabezó el senador nacional Carlos Caserio obtuvo el 10,9 por ciento de los votos quedando en tercer lugar detrás de la alianza provincial del gobernador Juan Schiaretti -justicialista, 24,5 % de los votos- y muy lejos de los 47,55% de Juntos por el Cambio.
Por otra parte, el mandatario provincial eligió profundizar sus diferencias con el Gobierno nacional como estrategia electoral. “Nunca vi en la historia que un Vicepresidente tenga más poder que el Presidente. Es una situación inédita en nuestro país”, fue una de sus más duras críticas.
En el encuentro en el CCK, el senador Carlos Caserio no se privó de criticar a Schiaretti: “Queríamos sacar más. Hay un gobernador que se dice peronista y que dividió los votos. No estamos satisfechos, pero estamos satisfechos de lo construido en nuestro espacio”, expresó. También destacó que se están realizando muchas obras en su provincia “sin darle una mirada política”, y que eso es importante “porque Córdoba es la segunda provincia del país, tanto en cantidad de habitantes como en productividad” pero sobre todo porque “es una provincia de la cual la Argentina no puede prescindir, pero también está demostrado que Córdoba no puede prescindir de la Argentina”.
La reunión con los dirigentes provinciales -intendentes y legisladores cordobeses del Frente de Todos- fue encabezada por el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro del Interior, Wado de Pedro, y también asistieron otros 13 ministros del gobierno nacional.
Alberto Fernández había regresado ese día de la gira que lo llevó a Roma, a la Cumbre de líderes del G20, y a Glasgow, Escocia, a la COP 26, de cambio climático.
Sin embargo, se hizo tiempo para pasar a saludar a los referentes cordobeses reunidos en el CCK, cerca del mediodía.
En la reunión se planificó la visita de Juan Manzur y del ministro de Transporte, Alexis Guerrera, a la ciudad de Córdoba, para presentar el Tren Metropolitano cuyas formaciones atravesarán esa ciudad y con un precio subsidiado de 4 pesos. otros ministros también recorrerán la provincia en estos últimos días de campaña. El objetivo es destacar que hay unas trescientas obras en marcha en la provincia, impulsadas por la Casa Rosada, en un intento de revertir en parte el clima desfavorable al oficialismo tan acentuado en esa provincia.
En ese marco, las expresiones del Presidente no parecen las más adecuadas para un acercamiento con los cordobeses, considerando que se refirió a ellos como si fuesen habitantes de un país aparte. Salvo los cordobeses kirchneristas, que por lo visto no son la mayoría.
Por otra parte, no es la primera vez que Alberto Fernández se refiere en esos términos a los cordobeses. El 9 de septiembre pasado, al participar de modo virtual del acto de cierre de campaña del Frente de Todos para las primarias cordobesas, el Presidente dijo: “Le vamos a demostrar a Córdoba que vale la pena ser parte de la Argentina”. Como si fuese una provincia escindida del territorio nacional.
En la reunión con los intendentes y legisladores en el CCK, Juan Manzur dijo: “Nosotros no estamos en contra de nadie, nosotros trabajamos todos los días para que a la Argentina le vaya bien en el marco de este país profundamente federal”. “Buscamos un país que incluya, que genere oportunidades, que mire hacia adelante, que es lo que históricamente hizo el peronismo”.
Un mensaje conciliador. Habrá que ver si es suficiente para contrarrestar el trato de provincia irredenta que les dio el Presidente de la Nación.
Y, en efecto, la reacción del Bloque Córdoba Federal, que responde al gobernador, no se hizo esperar: “Lamentamos profundamente los dichos del Presidente. Esto confirma la mirada unitaria que tiene de la Argentina. Todo lo que pase fuera del AMBA no es Argentina. A confesión de parte relevo de pruebas”, dice el durísimo comunicado que emitieron.
Por otra parte, se permiten darle una lección de Historia: “Y tal vez, recordarle al Presidente que desde esta provincia surgieron hechos históricos que marcaron a la Argentina: como la Reforma del 18; el Cordobazo: gritos del interior federal que cambiaron el rumbo de la Argentina. Porque Córdoba nunca se calló, y nunca se va a callar. Parece que eso le molesta ahora, que Córdoba pida solo que nuestra patria sea más justa. Que el presidente mire hacia el interior federal: se va a encontrar con un país productivo, trabajador, dispuesto a ayudar y a salir adelante.”