La movilización fue en respuesta a las nuevas medidas anunciadas por el gobierno neerlandés para hacer frente a un rebrote de la epidemia, donde ayer se registraron 23.591 nuevos casos y 34 muertes.
La protesta, sin embargo, se salió de control, según los medios de prensa, cuando varios cientos de personas -gritando «libertad», «libertad»- lanzaron fuegos artificiales y otros objetos a la policía.
La policía y el escuadrón antidisturbios se hicieron presentes con gran despliegue. El acceso a parte del centro fue cerrado.
Al menos un coche de la policía fue incendiado y otros resultaron dañados por manifestantes. Los bomberos también fueron alcanzados al apagar el fuego e, incluso, se incendiaron otros vehículos y mobiliario urbano.
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