Preocupado por las dificultades que se presentaron desde ayer para aprobar el Presupuesto en la Cámara de Diputados, el Gobierno sacó la artillería pesada y empezó una negociación contrarreloj con los gobernadores, donde la principal moneda de cambio son las inversiones en obras de transporte, infraestructura y energía en el interior. El objetivo es inclinar voluntades en el Congreso de diputados aliados, pero también influir en los opositores que se muestran reticentes a brindar respaldo a la ley. El Frente de Todos busca aprobar la iniciativa clave antes de fin de año, en buena parte para dar una señal de consenso político en pleno diálogo con el FMI sobre el acuerdo por la reestructuración de la deuda externa.
“Este debate no es político, sino económico”, dicen en el Ejecutivo. Y atribuyen la falta de apoyo de parte de Juntos por el Cambio al “descontrol” que atraviesa la oposición, embarcada en una interna caliente desde las PASO. “No van a votar nada hasta que no resuelvan el tema del liderazgo en la UCR nacional”, analizó un funcionario esta tarde, mientras la sesión en diputados por el Presupuesto 2022 entraba en un cuarto intermedio.
El proyecto de Presupuesto 2022 que presentó el Ministerio de Economía en septiembre, y que permaneció cajoneado durante los últimos meses, es impulsado intempestivamente desde la semana pasada por el oficialismo en Diputados. La oposición ya había advertido que rechazaría un trámite “exprés”, como lo calificó días atrás el presidente del bloque radical, Mario Negri. Pero el Frente de Todos se mostraba confiado en que tendría los votos suficientes para darle media sanción.
Recién ayer a última hora reconoció que, a pesar de que obtendría el quórum, sin el acompañamiento de los aliados del interbloque federal, y con el rechazo de la totalidad de la oposición mayoritaria de Juntos por el Cambio, no le alcanzaría el número de legisladores para darle media sanción. Así fue, y pasadas las 16 de hoy, la sesión en Diputados entraba en un cuarto intermedio, sin acuerdo político a la vista.
En ese marco, Alberto Fernández ordenó un operativo de contención de las demandas de los gobernadores para destrabar la negociación en Diputados y aprobar el Presupuesto 2022 antes de fin de año. Empezó ayer con llamados cruzados entre la Casa Rosada y las gobernaciones para discutir sobre aproximadamente 1000 obras que están en marcha o proyectadas para el año que viene y que, según el Gobierno y los caciques aliados, se verían perjudicadas si el Presupuesto se viera frenado.
Los encargados de llevar a cabo las conversaciones con los jefes provinciales son el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro; y el jefe de Gabinete -y gobernador de Tucumán en uso de licencia- Juan Manzur. También intervino el titular de Economía, Martín Guzmán. Desde el Ejecutivo se sumaron, así, a los diálogos que impulsaban en el Congreso desde ayer el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, y el jefe del interbloque oficialista, Máximo Kirchner.
La operación impulsada por el Ejecutivo, que se produce en paralelo a los diálogos en el Congreso, se cristalizó esta mañana en una reunión con cuatro gobernadores en el Salón de los Escudos. Por la mañana arribaron a la Casa de Gobierno los titulares de los Ejecutivos de Catamarca, Raúl Jalil; La Pampa, Sergio Ziliotto; de Formosa, Gildo Insfrán; y de La Rioja, Ricardo Quintela. Vía virtual o telefónica también hubo conversaciones con Gustavo Bordet, de Entre Ríos, con Alicia Kirchner, de Santa Cruz, Omar Gutiérrez, de Neuquén, y con Gustavo Valdés, de Corrientes.
Según pudo reconstruir Infobae, desde el Gobierno les pidieron a los gobernadores que convenzan a los diputados “propios”, pero también a los legisladores de sus provincias que responden a otras fuerzas, inclusive opositoras. Y les recomendaron que salgan en los medios de comunicación provinciales y nacionales para presionar a favor del oficialismo. Muchos así lo hicieron.
En esa tónica, después de recibir a los gobernadores, De Pedro, alfil del ala kirchnerista del Frente de Todos, se trasladó desde la Casa Rosada a Diputados e irrumpió en el recinto, donde habló con Máximo Kirchner, uno de los encargados de los diálogos con la oposición. Después, el Ministro pasó a saludar al despacho a la presidenta del Senado, Cristina Kirchner, que seguía de cerca las negociaciones, y estuvo en la oficina del titular de la Cámara baja, Sergio Massa, donde funciona la base de operaciones del oficialismo en el Congreso. Cerca de las 16.30, mientras la sesión entraba en cuarto intermedio, regresó a la sede del Gobierno.
Los gobernadores usarán el apremio del Gobierno para aprobar el Presupuesto para garantizar e incluso mejorar las condiciones de las obras donde tienen intervención las arcas nacionales. En el caso de Catamarca, hay más de 30 obras en juego entre los diques de Ampajango (Santa María) y Río Hondo (Londres); proyectos de conectividad vial, mejoramientos de servicios básicos de agua y energía y proyectos de infraestructura. En La Pampa, por alrededor de 13 mil millones de pesos están en marcha el acueducto del norte, que lleva agua potable desde Santa Rosa a General Pico, la terminal de ómnibus de la ciudad de Santa Rosa, y la reparación de la ruta 35.
En Santiago del Estero, la moneda de cambio son obras, pero también mejoras en el subsidio de transporte y la continuidad de obras viales que están licitadas. En La Rioja discutieron sobre obras viales que se están realizando en Santo Domingo, Picas Negras, Paso de La Rioja Chilecito por Pampa La Viuda; y la ruta 75 que va desde la Padecita hasta el dique Los Sauces, así como 1.800 viviendas y la construcción del hospital de Chilecito. Así como la construcción de cinco jardines de infantes, la reducción de la tarifa energética.
En las últimas horas, los gobernadores afines al Gobierno, además de negociar con los diputados de sus provincias -propios como opositores-, salieron a apoyar públicamente, como se les pidió. Quintela pidió “dejar de lado la bandería de oponerse por oponerse así sin más y empezar a pensar en nuestra gente, en una Argentina que aspira a más equidad, menos egoísmo y una mejor distribución de los recursos”.
Mientras que el sanjuanino Sergio Uñac dijo en Twitter: “El Estado tiene el rol fundamental de llevar adelante una administración federal, acompañando el desarrollo de cada provincia y el crecimiento de cada argentino, para consolidar la recuperación económica. Esto representa el #Presupuesto2022 del gobierno nacional”. El entrerriano Gustavo Bordet pidió a la oposición “actuar con responsabilidad y votar el presupuesto nacional que se debate en el Congreso”. Y en la misma línea, desde Neuquén, Omar Gutiérrez agregó: “Hay que afianzar, respetar y fortalecer la gobernabilidad”.
En el cuarto intermedio hubo una reunión entre el oficialismo y la oposición en el despacho de Massa. Según informaron desde las filas de JxC, el Gobierno les ofreció que rever el Presupuesto en junio de 2022. “Aceptó que la inflación será superior a la estimada y habrá más ingresos vía recaudación, específicamente por el IVA”, indicaron fuentes del radicalismo. Sin embargo, no fue suficiente: los opositores exigen que se cambien los artículos que permiten al Gobierno aumentar tributos, retenciones y prorrogar impuestos. A pesar de los esfuerzos del Ejecutivo y del bloque oficialista, cerca de la noche del jueves todas las proyecciones apuntaban a que el debate por el Presupuesto se frene hoy y se reabra recién la semana próxima.
Brenda Struminger/Infobae