Los Abuelos de la Nada marcaron un estilo en el mundo del rock nacional a principios de los años 80 de la mano de la increíble voz de Miguel Abuelo, quien falleció en marzo de 1988.
Daniel Melingo (saxo), Andrés Calamaro (teclados), Gustavo Bazterrica (guitarra) y Polo Corbella (batería) dieron vida a una de las bandas consagradas de la historia del rock local.
Lo cierto es que hace unos días, a través de una seria de publicaciones en Facebook que él mismo hizo, se conoció el duro presente de Gustavo Bazterrica, de 66 años, uno de los pilares fundamentales de aquel grupo. El músico se encuentra hoy en día en situación de calle y sin dinero.
El pasado martes 28 de diciembre, Bazterrica escribió un desesperante mensaje público en su cuenta de Facebook: “Buenas noches. Debido a diferencias irreconciliables con mi ex pareja, me encuentro al día de fecha, sin hogar. Necesito un lugar de tránsito hasta que salgan mis papeles de la pensión. Por favor, necesito ayuda”.
Emiliano Bustos narró después un encuentro casual que tuvo con el músico y donde alertaba la dramática situación que vivía el guitarrista: “No sé por donde empezar. Me cruce hace unos días con este señor en un cajero automático, llegó en un remis y al toque me di cuenta que tenia problemas motrices. No se podía casi ni bajar del auto, lo ayudé y le cedí mi lugar en la fila del cajero. Apenas caminaba y mientras lo ayudaba a sostenerse, empezamos a charlar. Le dije que le veía cara conocida y me dijo que era nada más y nada menos que Gustavo Bazterrica, eterno guitarrista de Los Abuelos de la Nada”, comenzó este hombre su posteo.
“Me dolió verlo tan deteriorado. Con la cabeza súper lúcida pero con graves problemas motrices. La cuestión es que lo ayude a subir al remis y se fue… Días después sube un estado en su cuenta de Facebook pidiendo tránsito, diciendo que no tenia donde vivir. Y yo, al igual que miles que comentaron con intención de ayudarlo, fui uno más que se sumó a ese pedido y no sé por qué entre tantos, ayer a la noche me llegó un mensaje suyo renovando su pedido de ayuda. Así que me puse a su disposición y lo traje a mi casa”, reveló Bustos.
“Lo ayudé a bañarse, le di de comer, le compré remedios y acá estamos. En casa, charlando de la vida, dándole compañía y asistiéndolo. Más que hablando escuchando, aprendiendo, deleitándome con sus infinitas historias…”, agregó.
“Todos algún día llegaremos a tal edad y no le deseo a nadie llegar así, o espero q todos tengamos alguien en quien confiar. Tengo mucho miedo, sí. Miedo. Jamás traje alguien a vivir a casa y menos una persona mayor y con sus limitaciones. Pero me la jugué, me anime. Con todas las dificultades que lleva y la asistencia que requiere. Y no lo hice porque es el Vasco. El Vasco Bazterrica. Porque cuando lo ayudé, no sabia ni quién era. Lo hice porque algún día todos vamos a tener 66 y la vida nos pasa factura a todos. No lo tomo como una molestia o una carga. Sino como un aprendizaje, y un favor a este hombre y a la vida. Porque tarde o temprano todo vuelve, todo llega y todos vivimos lo mismo que el otro», cerró.
Luego, llegó el turno de otro mensaje de Bazterrica muy preocupante: “Debido a mi situación de calle, me han robado el teléfono. Estoy incomunicado”. Y ahí Bustos relató que le dio alojamiento y comida por unos días: “Por ahora esta en mi casa le estoy dando transito por unos días. Si necesitan hablar con él, les paso mi celular. Cenamos. Helado de postre y a dormir. El Vasco está muy bien, gente. Tantos mensajes de aliento, tanta gente dispuesta a colaborar que me emociono hasta las lagrimas. Él evoluciona su motricidad y está muy lúcido… No me queda mas que agradecer. Quiero agradecer a Gastón Castro y Carlos Enciso que se prestaron para cuidarlo mientras yo trabajaba, dejando de lado sus familias y quehaceres. Eternamente gracias, ellos también son parte. Seamos parte todos”.
Fuente: primicias ya