Salta superó los 2 mil casos y hospitales no tienen más lugar

0
349

Este jueves, la provincia de Salta superó la barrera de los 2 mil casos diarios de COVID-19 y la mayoría de los hospitales ya no tienen capacidad operativa para recibir a más pacientes para internación.

Desde el Ministerio de Salud Pública notificaron 2.262 casos confirmados en las 24 horas previas. Hay 77 personas internadas en terapia intensiva y 44, asistidas con respirador. Hasta ayer, 2.821 salteños habían muerto por esta enfermedad.

«Trabajamos a pleno, casi en un 100 por ciento», manifestaron gerentes de hospitales de Capital, que además cuentan con menos personal por cuestiones de salud o por licencias.

En un contexto en que aumentan los contagios de COVID-19 de manera exponencial, referentes de Salud Pública esperan que dentro de unos 7 a 10 días aumente la demanda de internaciones.

Por eso, el miércoles pasado, en una reunión con el ministro de Salud, Juan José Esteban, se decidió suspender a partir del lunes próximo y hasta mediados de febrero las cirugías programadas, que no sean de pacientes con cáncer.

Desde la cartera sanitaria pidieron a los gerentes tener una oferta lo más amplia posible de camas para prepararse para ese pico.

Los médicos que gestionan centros sanitarios ven con preocupación el alto índice de positividad y la gran circulación de gente que hay. Un porcentaje, aunque sea pequeño, de los casos confirmados va a requerir algún tipo de atención hospitalaria, lo que dependerá en gran medida de si las personas están vacunadas o no.

Los expertos definieron a la falta de vacunación como «el principal problema», que acecha a la salud pública en la actualidad.

Sistema en tensión

En el hospital Papa Francisco tienen las terapias intensiva e intermedia colmadas, sin posibilidad de ampliar la capacidad actual, sobre todo porque hay personal de licencia. En este momento hay 20 camas en terapia intensiva y 12 en intermedia: todas, ocupadas.

En el Señor del Milagro, las terapias están completas -más de la mitad, con pacientes COVID- y no pueden cubrir más. Mientras gente en la guardia espera para internarse, hay trabajadores infectados y aislados.

En el Oñativia trabajan a un 100 por ciento y buscan acomodar a los pacientes de la mejor forma posible para recibir a quienes necesiten internación la semana próxima.

En el San Bernardo la ocupación es del 90 por ciento: hay nueve pacientes con COVID-

19: uno en terapia intensiva y los demás, en sala. Se trata de personas que requieren la atención específica que brinda este hospital, como aquellos con politraumatismos y problemas cardiológicos. Por ahora, no tienen pacientes que tengan solo COVID-19.

En el Materno Infantil, el nivel de ocupación en el área pediátrica no es significativo, con 6 niños internados, pero en el área de adultos, sí: hay 50 mujeres con COVID-19. El personal también está limitado: ayer, 120 trabajadores estaban aislados por tener COVID-19 o por ser contactos estrechos.

Vacuna

La vacunación parece ser la clave para acotar las posibilidades de pasarla mal y necesitar internación por la COVID-19.

En la provincia, hasta el martes pasado, más del 60 por ciento de las camas de terapia intensiva estaban ocupadas y el 75 por ciento de las personas que estaban allí no estaban vacunadas o se habían aplicado solo una dosis. Solo el 24 por ciento tenía el esquema completo.

El jefe de terapia intensiva del hospital Papa Francisco, Ricardo León de la Fuente, señaló que «el principal problema» que tienen en la actualidad es que hay gente que no está vacunada. Según dijo, más del 98 por ciento de quienes están en terapia intensiva en el hospital de la zona sudeste no fueron inmunizados, tienen el esquema inicial de dos dosis incompleto o hace más de seis meses recibieron la última vacuna.

El gerente del Oñativia, Marcelo Nallar, apeló a la conciencia y a la responsabilidad ciudadana, para que todos se vacunen lo antes posible con un esquema completo de dos dosis o con tres si ya pasaron cuatro meses desde la última aplicación.

«Las personas que por alguna razón -trabajo o diversión- estén en eventos supercontagiadores, como aquellos en los que hay mucha aglomeración de gente, que no visiten a las personas con factores de riesgo. Si lo hacen, que procuren no estar en un lugar cerrado, sin ventilación, sin barbijo y sin distanciamiento», expresó.

Nallar consideró que el no vacunarse implica «una falta de conciencia ciudadana». Observó que quienes necesitan internación «ocupan lugares que podrían utilizar pacientes oncológicos o diabéticos». Dijo que hay pacientes con patología crónica que «necesitan internación y encuentran instituciones públicas bloqueadas, en su inmensa mayoría, por gente que no se vacunó».

Más niños infectados

El director de Pediatría del Materno Infantil, Eduardo Calvo, contó que aumentaron mucho los casos de COVID-19 entre niños y adolescentes y consideró que esto puede deberse a que la vacunación de los más chicos comenzó más tarde.

Ratificó que la mayoría de los pacientes que requieren mayores cuidados no tienen el esquema de vacunación completo o no se vacunaron: «Los que la pasan mal son los que no están vacunados».

Insistió en la vacunación de todos los grupos etarios y mencionó que a todas las visitas que ingresan se les pide el carnet con esquema completo.

En el San Bernardo también se les solicita a las visitas el pase sanitario, con dos dosis.

Bernardita Ponce Mora/El Tribuno

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here