«También discutimos la necesidad de una colaboración más fuerte sobre los orígenes del virus, basada en la ciencia y las pruebas», añadió.
La OMS creó el año pasado el Grupo de Asesoramiento Científico sobre los Orígenes de Nuevos Patógenos (SAGO) y pidió a China que suministrara datos para ayudar a cualquier nueva investigación. China se negó, alegando las normas de privacidad de los pacientes.
China ha negado sistemáticamente las acusaciones de que el virus se filtró desde un laboratorio especializado en la ciudad de Wuhan, donde se identificó por primera vez el Covid-19 a finales de 2019.
Un estudio conjunto de China y la OMS publicado el año pasado prácticamente descartó la teoría de que se originó en un laboratorio, diciendo que la hipótesis más probable era que infectó a los humanos de forma natural, probablemente a través del comercio de animales silvestres.
El pasado mes de noviembre, China dijo que un informe desclasificado de los servicios de inteligencia de Estados Unidos en el que se afirmaba que era plausible que la pandemia se hubiera originado en un laboratorio no era científico y no tenía credibilidad.
Ámbito