La ciudad de La Banda está viviendo un momento histórico de la mano de Germán «Lobo» Rafael quien el pasado 5 de febrero se consagró Campeón Mundial Semipesado de boxeo de la WBL, tras vencer por nocaut al experimentado mexicano Michel Rosales. Tras alcanzar su objetivo, el bandeño se prepara para ir por más.
En diálogo con LA BANDA DIARIO el «Lobo» Rafael indicó, «la Liga Mundial de Boxeo (WBL), es una entidad que tiene su sede en Estados Unidos y trabaja mucho en Europa y en Asia. No entran mucho en América, porque aquí reina el CMB, en México con más razón. Por eso se venía postergando la pelea».
Germán Rafael nació y se crió en la ciudad de La Banda, pero en el 2013 decidió irse a México donde disputó algunas peleas, «estaba todo bien, pero mi esposa y mis hijos estaban en Argentina y regresé a mi país, porque los extrañaba mucho».
«En el 2014, junto a mi esposa, trabajamos duro. Yo entrenaba solo, a veces iba a José Córdoba. En el 2015 hablé con mi esposa y le contaba como era vivir en México y todas las oportunidades que teníamos allí. Donde vivimos todo es distinto; estamos cerca de Estados Unidos y pensando en el futuro de mis hijos, ellos podrán tener más oportunidades para desarrollarse en sus vidas. Decidimos viajar a México», añadió el campeón.
Rafael reconoció que desde hace 11 años venía esperando la posibilidad de pelear por un título mundial. «En septiembre del año pasado, cuando me enteré que había una oportunidad de pelear por el título de la WBL, me comencé a preparar. La pelea se canceló cinco veces, hasta que el 5 de febrero se concretó la velada».
Su relación con Dios
Germán «Lobo» Rafael, de 37 años, es un hombre de mucha fe esto lo ayudó a no desanimarse, «sabía que en algún momento iba ser».
En un momento de su vida, las cosas no salían como quería. «Un día fui a visitar a un amigo y yo le conté que no daba más, que no encontraba solución a nada. Él me dijo te voy a presentar a una persona; en ese momento pensé que era un empresario o promotor. Sin embargo me dijo te presentaré a Dios, yo dije ya está con sus tonteras».
Más adelante añadió, «un hermano tenía cáncer, él hablaba de Dios y cuando se fue para hacerse la quimio, el cáncer desapareció. Me bautizaron, mi vida cambió completamente, vivo de otra manera. Creo y estoy seguro que el Espíritu Santo vive en mí. Yo creo que si tengo que resucitar a una persona en la calle lo podré hacer con la ayuda del Espíritu Santo. Estoy muy enamorado de Dios, cambió mi vida, la de toda mi familia«.
«Cuando se me caían las peleas yo decía es lo mejor que me pasó. Cuando otros boxeadores se rinden, yo decía es lo mejor porque Dios no quiere que pelee ahora, será cuando Dios quiera, y fue así. Hasta me regaló la posibilidad de pelear con un tipo tan valiente, estoy orgulloso de haber peleado contra Michel es uno de los tipos más macho de México», sostuvo Rafael.
La pelea con Michel Rosales
Sobre el enfrentamiento con Michel Rosales, el bandeño afirmó, «es un tipo fuerte, lo he visto desde que llegué a México y se destaca por su guapeza, él aguante dos y cuando pega lo hace fuerte».
Continuando con su relato reveló, «estaba nervioso, lo estuve en toda la pelea. Trataba de meter golpes fuertes. Quería hacerle doler, sabía que no lo iba a tirar, pero debía demostrar que lo conectaba. No lo tiró el Canelo, Veneno Rubio, nadie lo tiró, menos lo iba hacer yo, a menos que Dios me ayudara».
«Es cierto yo gané por nocaut, le pegaba fuerte y él acusaba los golpes. Desde fuera del ring pararon la pelea. Luego me explicaron que tomaron esa decisión porque era lo mejor para Michel. El podía aguantar y terminar el compromiso; pero corría riesgo de que fuera al hospital y decidieron prevenir», explicó el púgil nacido en la Cuna de Poetas y Cantores.
Lo que se viene
En otro tramo de la entrevista el «Lobo» Rafael manifestó, «cuando terminó la pelea, lo primero que se me vino a la mente fue dónde está mi hijo, quería ver al mayor de los varones, nada más y lo segundo pensé terminamos, llegamos al objetivo. Fin de una etapa, se terminó el viaje. En realidad, en ese momento era terminó, pero estoy seguro que esto recién comienza».
«Por ahora no tenemos ningún plan de nada. Pero se podría hacer algunas defensas, y esperar la unificación con otros cinturones. Lo que tengo es mío y si lo quieren que pongan lo suyo», sentenció el deportista.
Su vida en México
Rafael tiene 37 años, está casado y tiene 4 hijos. Su esposa, se encarga de la casa y de los niños; además, prepara alfajores y los entrega en los restaurantes.
«En tanto yo doy clases de boxeo. En Argentina tenía negocios de comida, y los he vendido en cuotas, me pagaron la mitad y la otra mitad lo perdí. Hace cinco años que doy clases de boxeo», concluyó el primer campeón mundial de la ciudad de La Banda.