Grabois visitó a un detenido por el ataque al Congreso y dijo que es un preso político

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El dirigente social Juan Grabois visitó a uno de los detenidos por el ataque al Congreso de la Nación ocurrido el pasado 10 de marzo cuando la Cámara de Diputados debatía el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El líder del Frente Patria Grande (FPG) y del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), se reunió con Alexander Rodríguez, militante del MTR acusado de ser uno de los que atentó contra el despacho de Cristina Kirchner, y sostuvo que es “un preso político”.

El encuentro se llevó a cabo en la Alcaidía Octava de la Policía de la Ciudad, donde Rodríguez se encuentra detenido desde el 14 de marzo cuando fue apresado por efectivos de seguridad que lo encontraron en un domicilio de la localidad de Acasusso.

Jaru Alexander Rodríguez Carrero es el nombre completo del acusado, un joven venezolano de 29 años que milita en el Movimiento Teresa Rodríguez. Tras la visita, Grabois dijo que “Jaru irradia luz desde atrás del blindex policial; es un pibe sensible que siempre tuvo vocación por ayudar a los demás sin esperar nada a cambio”.

Si bien en la AFIP, Rodríguez Carrero no registra ningún tipo de actividad, el referente de Patria Grande dijo que hasta el día en que fue detenido, el militante del MTR “trabajaba de vendedor de Rapi, pedaleando nueve horas al día para juntar el mango” y que antes tuvo un bar frente al Colegio Mariano Acosta que “quebró con la pandemia”.

Pese a estar acusado de ser uno de los que apedreó el despacho de la vicepresidenta de la Nación, Grabois reveló que “paradójicamente Jaru simpatiza con Cristina”.

El piquetero venezolano fue detenido junto a otras cuatro personas en un procedimiento en el que se incautaron palos, armas blancas, fotos de bombas Molotov, un rifle de aire comprimido y listados con personas que asistieron a la marcha, además de notebooks, celulares y computadoras. Es uno de los imputados por el ataque con una bomba Molotov.

Una filmación de una de las cámaras de seguridad de la zona compromete a Rodríguez. Sin embargo, Grabois sostuvo que “no hizo nada de lo que le imputan ni tuvo participación alguna en los destrozos de las oficinas de Cristina. Es un caído más de la cacería de brujas en la que hasta ahora sólo vemos gente pobre de piel marrón y trabajo precario”.

Tras el ataque, la vicepresidenta publicó un video de los destrozos en su oficina; y si bien sostuvo que fue “planificado”, optó por hacer foco en que el FMI “siempre actuó como promotor y vehículo de políticas que provocaron pobreza y dolor en el pueblo argentino”.

En la misma sintonía, Grabois señaló que “lo que genera violencia es el Fondo Monetario Internacional como bien dijo Cristina Kirchner en su video; ahí está el responsable mediato”. Y apuntó a la “negligencia criminal de no colocar un vallado perimetral en una movilización que, al igual que la reforma previsional, tenía todos los números para terminar como terminó”.

“Es una enorme negligencia que el despacho de una autoridad política como la vicepresidenta quede desprotegido y a tiro de piedra de la cabecera de una marcha que expresa bronca y frustración”, agregó.

Jaru Alexander Rodríguez Carrero (Facebook)
Jaru Alexander Rodríguez Carrero (Facebook)

“Es un problema cuando se confunden los conflictos políticos y sociales con cuestiones judiciales y policiales. Son formas de criminalización de la política y la protesta, esas formas que combatimos los que pusimos el cuerpo contra el lawfare que sufrió la vicepresidenta o defendimos por obligación militante a dirigentes sociales con los que ninguna afinidad política o metodológica nos une”, analizó el representante del MTE aclarando que esto “no implica minimizar” el ataque al despacho de CFK.

También envió un mensaje “a los charlatanes del off the record” que dijeron que “las piedras fueron arrojadas por Grabois y La Cámpora en una suerte de autoatentado” y a los que manifestaron que se trató de sectores “afines a Alberto que buscaban amedrentar a Cristina”.

El Fondo siempre trajo a nuestro país violencia, hambre y sufrimiento, males de lo que las víctimas nunca son los dirigentes sino el pueblo que lo padece. Ojalá que Jaru, los otras detenidos políticos y futuros integrantes de las clases populares no sean quienes paguen con la cárcel por enfrentar la violencia que generan los poderosos. Ojalá nuestros gobernantes sepan revertir o al menos minimizar los males que augura el futuro para que no sea el Pueblo quien pague la fiesta de los capitales financieros fugados con dolor, exclusión, represión y sangre”, concluyó Grabois.

Infobae

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