El comparendo de cinco testigos, mayoritariamente residentes en la ciudad de Quimilí, fue el marco en el que se desarrolló la audiencia de este miércoles el juicio oral por el crimen de Mario Agustín Salto.
Los dos primeros convocados por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal fueron Delia Ocaranza y Yuse Rodríguez, quienes fueron testigos de allanamientos efectuados en domicilios quimilenses, en los que participaron perros de la División K9 de la Policía de Río Negro.
Luego, Fátima Carrizo, tía política de la víctima, fue quien expuso en la sala y a continuación lo hizo Ramón Ocaranza, padre de dos de los nueve imputados que tiene la causa: Daniel Gastón y Ramón Enrique Ocaranza.
Por último, declaró Rodolfo Orquin, quien realizó algunos trabajos rurales con otro de los acusados, Rodolfo Sequeira.
Por otra parte, el abogado defensor del último de los mencionados, Miguel Torres, consideró que Carrizo habría incurrido en la conducta de testigo remiso, motivo por el que requirió su imputación y detención. En tanto, la Fiscalía sostuvo que no era procedente ese pedido, por lo que los magistrados pasaron a un cuarto intermedio y mañana se pronunciarán sobre este planteo.