En comparación, en Estados Unidos hacerlo equivale el 6% del salario mínimo.
En Argentina, el porcentaje de un salario mínimo destinado a poder llenar un tanque de nafta asciende al 18%, según las mismas estimaciones.
El tema del precio del combustible se ha vuelto el principal escollo en la agenda económica del gobierno de Jair Bolsonaro, quien se ha manifestado varias veces en contra de la política de precios de Petrobras.
La semana pasada, el presidente –que busca la reelección en octubre- echó al presidente de la gigante estatal petrolera y lleva meses criticando que la empresa ajuste los valores de venta al público al precio internacional.
El martes, el gobierno inició el pedido para que Petrobras sea sumada al listado de empresas que forman parte del plan de privatizaciones que lidera el Ministerio de Economía.
Se trata de la forma en que Bolsonaro espera separar a su gobierno de la responsabilidad de los precios del combustible. Petrobras es controlada mayoritariamente por el Estado brasileño, pero también posee accionistas privados.
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