La sala de audiencias en la que se lleva adelante el juicio oral por el crimen de Mario Agustín Salto, tuvo a un profesional correntino como protagonista.
Se trata del licenciado en Antropología José Micelli, quien junto a Silvia Ríos, intervinieron en la causa haciendo trabajo de campo en Quimilí y por el hallazgo de manuscritos, en allanamientos que se efectuaron en distintos inmuebles de esa ciudad.
El contenido de esos papeles fue interpretado por ambos y elaboraron un informe, que fue incorporado al plexo probatorio del expediente.
En cuanto a lo que expuso al Tribunal y a las partes, Micelli aseveró que se trató de un crimen ritual, en el que participaron varias personas y tuvieron diferentes roles.
Asimismo, sostuvo que el niño no fue escogido al azar, por lo que tuvo que haber existido una planificación previa para su secuestro y ejecución.
Dado lo extenso de la exposición del antropólogo y que el informe fue rubricado por él y su colega, es que se desistió de interrogar a Ríos.
El proceso penal que se lleva adelante contra nueve personas continuará la semana próxima, con la declaración de más testigos y un careo entre Gladys Ramos, madre de la víctima y Débora Domínguez, quien ya testificó en el juicio.