Tras trazar una breve historia del nacimiento de los movimientos sociales en el país, el Evita detalló en un comunicado: «Lamentamos que parte de la dirigencia política sea incapaz de entender la realidad del trabajo en el siglo XXI. Es más fácil pelear con quienes la expresamos, que escuchar y reflexionar acerca de cómo resolver los problemas de los que peor están».
«Hoy la realidad del trabajo la expresan las organizaciones sociales en conjunto con los sindicatos. En las fábricas y en los barrios. En relación de dependencia en una empresa privada y en cooperativas y en unidades productivas», prosigue el escrito.
Acto seguido, el Movimiento Evita sostuvo que «reducir la economía popular a los planes sociales es negar la realidad». «Los planes sociales son apenas el 10% de la economía popular y el 5% del conjunto de los trabajadores y trabajadoras. El IFE nos demostró que había más de 11 millones de trabajadores y trabajadoras por fuera de las relaciones de dependencia», explicaron.
En otro pasaje, el comunicado afirma: «La política tradicional entiende la participación política de los humildes de dos lugares estigmatizantes: víctimas, que deben recibir asistencia inmediata del Estado como único ejecutor posible o victimario, en forma de puntero político que es responsable de reproducir la pobreza».
«Desde el Movimiento Evita creemos que el peronismo debe ser la estrategia política de los trabajadores y trabajadoras del presente», aseguraron, y añadieron: «Negando la realidad del trabajo en el presente estamos negando la posibilidad de construir un futuro para todas y todos».
Y concluye: «Ni el Estado ni el mercado resuelven todo. Es con el Estado, el mercado y la comunidad organizada».
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