Las radios, a las que el equipo de Jair Bolsonaro había acusado de ocultar la emisión de la propaganda oficial, indicaron que no habían recibido el material. Mientras, el Tribunal Superior Electoral indicó que son los propios partidos los que tienen que encargarse de regular la publicación de la propaganda.
Bolsonaro, por su parte, arremetió a última hora del miércoles en las puertas del Palacio da Alvorada para criticar a Moraes y anunció que planea apelar la decisión porque tiene «pruebas irrefutables de la manipulación» y, por tanto, el caso «no está cerrado».
«Iremos hasta el límite, en cuanto a lo que permite la Constitución, y demostraremos lo que muestran nuestras auditorías, que hay realmente una disparidad», dijo.
El líder del Partido Liberal acusó al TSE de manipular el resultado de la elección del domingo a favor de Lula da Silva. «Somos víctimas una vez más, hemos comprobado interferencia en nuestra contra: eso es manipulación de elecciones», subrayó.
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