El país comenzó a desmantelar este mes los componentes principales de su estrategia de cero covid, al suprimir los confinamientos, cuarentenas y restricciones de viaje.
El fin de las pruebas obligatoria hizo imposible rastrear los contagios, ante lo cual las autoridades modificaron la definición médica de una muerte por Covid-19, lo que según expertos reducirá el número de fallecimientos atribuibles al virus.
En tanto, en ciudades de toda China los estantes de las farmacias quedan vacíos, los hospitales se llenan y los crematorios y funerarias apenas dan a basto.
Contagios
El reporte sobre Qingdao fue compartido por varios otros medios, pero pareció haber sido editado el sábado para suprimir el número de infectados.
La Comisión Nacional de Salud (CNS) china dijo el sábado que el país registró la víspera 4.103 nuevos contagios del coronavirus sin nuevas muertes.
Restricciones sanitarias
El gobierno chino controla los medios locales, con legiones de censuradores en Internet que suprimen contenido considerado políticamente sensible.
La mayoría de los medios controlados por el gobierno han minimizado la severidad de la ola de contagios y más bien señalan el cambio de política como lógico y coordinado.
Pero el gobierno de la provincia oriental de Jiangxi dijo el viernes en redes sociales que 80% de su población, unas 36 millones de personas, serían contagiadas hasta marzo.
En las últimas dos semanas hasta el jueves, más de 18.000 pacientes han sido admitidos a las instituciones de salud de la provincia, incluyendo casi 500 casos severos, aunque ninguna muerte, según el comunicado.
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