El rey de España, Felipe VI, estará el 1 de enero en Brasil para asistir a la asunción del presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva. Según confirmó la monarquía y el gobierno español, será acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y la vicepresidenta segunda y titular de la cartera de Trabajo, Yolanda Díaz.
La asistencia del jefe del Estado y los ministros a la toma de posesión de Lula reafirma la voluntad de España de continuar reforzando los «sólidos vínculos» de amistad que unen ambos países y que «van acompañados de unos valores compartidos que redundan en beneficio de los ciudadanos», informó la cancillería española en un comunicado recogido por la agencia de noticias Europa Press.
Díaz -que también acudió a la investidura del presidente chileno, Gabriel Boric- ya aseguró en declaraciones a los medios que «será un honor como siempre» representar al Gobierno y a España en esta ocasión.
Además, tras reunirse con su homólogo uruguayo, Pablo Mieres, sostuvo que los vínculos de España con Latinoamérica «son trascendentales», por lo que el Gobierno español estará «siempre» a favor de los países de esta región, con los que comparte «historia y retos comunes», además de una «cultura y economía» que son «próximas».
La oficina de transición del presidente electo brasileño informó que ya está confirmada la asistencia de los líderes de Alemania, Angola, Argentina, Bolivia, Cabo Verde, Chile, Colombia, Costa Rica, Guinea-Bissau, Portugal y Timor Oriental.
Tensión social en Brasil
Lula le disputó el Ejecutivo de Brasil al actual mandatario Jair Bolsonaro en una segunda vuelta celebrada el 30 de octubre de este año. Tras el triunfo electoral del líder del Partido de los Trabajadores (PT), se desataron manifestaciones de simpatizantes de Bolsonaro en todo el país.
De esa forma comenzó a haber camioneros bloqueando total o parcialmente algunas rutas y ciudadanos exigiendo la intervención militar frente a cuarteles militares de diversas localidades.
El hecho más reciente fue el intento fallido de volar un camión de combustible en Brasilia con el propósito de frustrar la asunción del presidente electo. Por el hecho ya hay un detenido y la Policía de Brasil busca a un segundo sospechoso.
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