Además, la demanda en la justicia estadounidense explicíta que la compañía vendió tabletas de oxicodona a una farmacia de Colorado sin ningún tipo de trabas. Más tarde se conoció que el local brindaba drogas a once personas con adicción, dos de los cuales resultaron muertos por sobredosis.
Estados Unidos: la mafia de la farmacéutica
Se conocieron también compras directas con una farmacia de Nueva Jersey. Cuando el caso alcanzó notoriedad, AmerisourceBergen disminuyó las transacciones, aunque incluyó a un tercero para manejar las ventas.
La fiscal general adjunta, Vanita Gupta, detalló de qué forma la compañía realizaba las sospechosas transacciones: «En medio de una catastrófica epidemia de opioides, AmerisourceBergen supuestamente alteró sus sistemas internos de una manera que redujo la cantidad de pedidos que se sindicarían como sospechosos».
«En resumen, la denuncia del gobierno alega que, durante años, AmerisourceBergen priorizó las ganancias sobre sus obligaciones legales y sobre el bienestar de los estadounidenses», agregó.
Como defensa, la millonaria farmacéutica aseguró que siempre se habían tomado las medidas de información necesarias y señaló como culpable a la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos por manejar mal los casos.
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