«No es posible cuantificar el total de crímenes. La mayoría de los perpetradores eran sacerdotes y la mayoría de las víctimas eran hombres», agregó.
A su vez, la iglesia anunció que está preparada para tomar las medidas correspondientes en relación a los abusos. De hecho, desde la coordinación encabezada por Pedro Strecht planean identificar a los abusadores que todavía se encuentran activos.
La mayoría de los abusadores eran hombres y sacerdotes
Las víctimas de la iglesia católica portuguesa, según el informe, fueron abusadas en su mayoría por hombres (96%) y sacerdotes (77%). La situaciones se generaban en cualquier contexto: seminarios, dependencias de las iglesias, confesionarios, casas parroquiales, centros de acogida, escuelas o instituciones deportivas.
El 53% de las personas abusadas son niños que en ese entonces oscilaban entre los 10 y 14 años. La mayoría ronda hoy los 52 años y alrededor del 20% está en los 40.
Las zonas identificadas con mayor incidencia en los abusos perpetrados por la iglesia católica son Lisboa, Oporto y Braga, donde las víctimas correspondían a cualquier tipo de clase o estrato social.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Portugal (CEP), José Ornelas, habló de «tolerancia cero» y pidió «perdón a todas las víctimas». El obispo, además, instó a todas las partes de la iglesia portuguesa a mostrar preocupación por la revelación de los abusos y violaciones.
Ámbito