Lionel Messi jugó su último partido con el Paris Saint-Germain antes de viajar a la Argentina para participar de los amistosos ante Panamá y Curazao.
Una vez consumada la derrota, el astro argentino no dudó ni un minuto: intercambió una camiseta y se fue solo al vestuario, cabizbajo y visiblemente enojado. Sus compañeros aún se despedían del público en el campo de juego, pero Leo ya se había ido después de las ofensas recibidas.
Aproximadamente una hora y media más tarde, Messi encontró refugio en su familia. Su esposa, Antonela Roccuzzo, publicó una foto del 10 abrazado a sus tres hijos. La imagen es significativa, ya que le estaban dando contención y amor después de un día lleno de bronca y desprecio.
En la imagen, se ve a los cuatro varones del clan Messi vestidos con pijama en los últimos días del invierno europeo. La madre de los chicos eligió ilustrar la historia de Instagram con un sticker que dice “el mejor padre del mundo”, el único título que le faltaba.
PSG cayó por 2-0 ante el Rennes y Messi fue silbado por los hinchas
Lionel Messi fue nuevamente víctima de los hinchas del PSG que lo silbaron y lo abuchearon en la previa del partido ante el Rennes por la Ligue 1. Los fanáticos mostraron su descontento con el crack argentino tras la eliminación del equipo en la Champions League y los rumores de un posible pase al Barcelona.
El argentino es uno de los principales apuntados por los simpatizantes del equipo parisino y está en la otra vereda de Kylian Mbappé, que, a diferencia de lo que ocurrió con capitán albiceleste, fue ovacionado por la hinchada.
Los hinchas entienden que Messi no está jugando al nivel que necesita el equipo y que su presencia en el plantel no es prioritaria. Dejaron bien en claro que están detrás de un proyecto que contemple a Mbappé como máxima estrella del club
Fuente tn