Los exorcistas reales del Vaticano denuncian al personaje de Russell Crowe por “pretencioso y poco confiable”

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Es sorprendente no tanto la afirmación que hizo la Asociación Internacional de Exorcistas sobre el tráiler de una película sino que exista una Asociación Internacional de Exorcistas. Acerca del avance del filme protagonizado por Russell Crowe, El Exorcista del Papa, dijeron que era “poco confiable”.

La trama de la película, supuestamente “inspirada en los archivos reales del padre Gabriele Amorth, Exorcista Jefe del Vaticano”, sigue al encargado de investigar la posesión de un niño, y en el proceso descubre una conspiración antigua que el Vaticano trató de mantener oculta.

En un comunicado oficial, la asociación calificó el título de la película de “pretencioso” y dijo que la trama conspirativa al estilo de El código Da Vinci plantea “dudas inaceptables” al público sobre quién es “el verdadero enemigo, el diablo o el poder eclesiástico”.

Amorth, que murió en 2016, ayudó a fundar en 1994 la IAE, un grupo dentro del Vaticano. Aunque inicialmente fue rechazado por el Papa Juan Pablo II, desde 2014 tiene sello oficial de aprobación de sus actividades.

El exorcismo según la iglesia católica

“El resultado final es inculcar la convicción de que el exorcismo es un fenómeno anormal, monstruoso y aterrador, cuyo único protagonista es el demonio, cuyas reacciones violentas pueden ser enfrentadas con mucha dificultad”, aseguraron. “Esto es exactamente lo contrario de lo que ocurre en el contexto del exorcismo celebrado en la iglesia católica en obediencia a sus directivas”.

Aunque sólo opinó sobre el tráiler, aseguraron que profundizarían tras ver la película completa, que estrenó en el mundo el Viernes Santo.

Según The Guardian, el verdadero Amorth fue un guerrillero antifascista de la Segunda Guerra Mundial que afirmó haber realizado 60.000 exorcismos menores y mayores a lo largo de su vida, hablando con el diablo “todos los días”. También afirmó que el diablo ocupó el Vaticano y que aquellos poseídos por él vomitarían fragmentos de vidrio y hierro.

Sin embargo, también era un aficionado al cine y disfrutó de la amistad con personas como William Friedkin, director de su película favorita, El exorcista (1973).

Fuente: tn

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