El PNUMA calcula que la promoción gubernamental de opciones de reutilización, como los sistemas de botellas rellenables o los sistemas de devolución de depósitos, podría reducir el 30% de los residuos plásticos al 2040.
También afirma que el reciclaje podría alcanzar un 20% adicional para ese año si «se convierte en una empresa más estable y rentable» y se eliminan las subvenciones a los combustibles fósiles, y que la sustitución de productos como envoltorios y bolsas de plástico por materiales compostables podría suponer una reducción adicional del 17%.
Los países tienen distintos planteamientos para hacer frente a los residuos plásticos. Algunos de los principales productores de plástico, como Estados Unidos y Arabia Saudita, prefieren un sistema de estrategias nacionales.
Otros, que han formado una coalición integrada por Noruega, Ruanda, Nueva Zelanda, la Unión Europea y otras naciones, han pedido un enfoque en el que se fijen objetivos mundiales para reducir la producción de plástico virgen y eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles, entre otras medidas.
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