La Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados avanzó este jueves, con el Régimen de Promoción de la producción orgánica para economías regionales. La iniciativa ya tuvo el aval de las Comisiones de Economías y Desarrollo Regional y Presupuesto y Hacienda.
El titular del bloque del oficialismo, Germán Martínez (FdT), explicó que se trata de un proyecto de un “potencial virtuoso” para la Argentina, “no solamente por la posibilidad de la alimentación saludable, de que la producción orgánica pueda seguir creciendo, sino que tiene un potencial exportador fuerte, que agrega valor en origen y se traduce en posibilidades de trabajo para argentinos y argentinas”.
Asimismo, Martínez explicó que la iniciativa “genera arraigo en los pueblos del interior y tiene un entramado organizacional que hace muy saludable que podamos impulsar este Régimen”.
Por su parte, el diputado Jorge Vara (UCR) manifestó que el resultado del Régimen “va a depender de lo que cada provincia haga, en términos de gestión y políticas públicas”.
“Lo que produce, comercializa y exporta Argentina en orgánicos no es insignificante pero no es lo suficientemente importante en lo que implica su potencial”, añadió, al tiempo que se mostró a favor del plazo de la norma. “Un plazo de diez años es suficiente para determinar si la ley es eficiente”, explicó.
Desde otra perspectiva, la diputada Germana Figueroa Casas (PRO) consideró que es “contradictorio que vivimos aumentando impuestos y después lo vamos bajando grupito por grupito”. Y criticó a la iniciativa por la posibilidad de “estar generando erogaciones y gastos, que es lo que tenemos que cambiar con la inflación y el déficit fiscal que tenemos”.
En el mismo sentido se explayó Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos). “El problema más grande que está sufriendo nuestra economía es el brutal impuesto cambiario que ha creado una crisis fenomenal de divisas, de inversión y ha hecho un enorme daño en el interior productivo”, consideró.
En tanto, el diputado Pablo Cervi (Evolución Radical) también se refirió al “gran potencial de la producción orgánica”. “Cerca del 70% del costo de la fruticultura es mano de obra que queda en las localidades. La producción tiene una función social que es importante”, argumentó Cervi.
Posteriormente, el ingeniero agrónomo Pedro Landa agradeció que se esté tratando el tema “con la importancia que tiene para el interior” y sostuvo que la producción orgánica es “superavitaria”.
“Exporta 600 a 700 millones de dólares y no importa nada. Cuanto más crezca, mayor valor agregado tendrán las exportaciones y mayor superávit. Tenemos una posición preponderante y privilegiada, sigamos apoyándola”, le pidió a los legisladores.
Por otra parte, la Comisión de Agricultura y Ganadería recibió a funcionarios del SENASA, quienes expusieron sobre la influenza aviar y las gestiones realizadas para controlar su contagio.
El vicepresidente del SENASA, Rodolfo Acerbi, alertó que “no hay vacunas” que sean eficientes para la influenza aviar. “Con el tema vacunas estamos mucho más atrás que la situación del COVID”, dijo.
Ximena Melón, de la Dirección Nacional de Sanidad Animal del SENASA, contextualizó la gestión de la emergencia llevada a cabo desde febrero de 2023. Explicó que el virus tiene la habilidad de cambiar continuamente y afecta a las aves, “aunque también se está detectando en mamíferos y humanos”.
“Está determinado por la Organización Panamericana de Salud y la Organización Mundial de la Salud como que puede generar una potencial pandemia, no lo es por ahora, pero hay que seguir de cerca su evolución”, alertó.
Según la norma internacional, la estrategia sanitaria consistió en la vigilancia y detección precoz. “En lo que va del año se han atendido 431 notificaciones, que consiste en visita al predio de un veterinario oficial, toma de muestras y encuesta epidemiológica”, explicó Melón, en referencia a la detección precoz.
Posteriormente, se llevó a cabo la contención del brote en zonas de vigilancia: “Hubo 15 brotes en aves comerciales”. “Todo el trabajo público y privado que se ha hecho efectivamente tiene sus consecuencias en haber podido contener la enfermedad”, dijo Melón, situación que permite “la seguridad alimentaria, que no se afecte la producción y sostener y mantener los mercados de exportación”.