El visitante acudió más tarde al Congreso y participó de una cena de gala en los jardines de la Casa Blanca. El menú fue, en su honor, vegetariano e inspirado en la cocina de su país.
Pactos
Dejando a un lado los eventos sociales, el anuncio más esperado fue sobre la futura fabricación en India de motores F-414 para aviones de combate por parte de la compañía General Electric, algo considerado por fuentes estadounidenses como una “iniciativa pionera” que conducirá a importantes transferencias de tecnología.
Un alto funcionario demócrata también indicó que India “se comprometió a la adquisición de drones de combate estadounidenses” y agregó: “Estamos absolutamente encantados”.
Biden solo puede estar, en efecto, encantado de ver a India diversificando su equipamiento en defensa, ya que históricamente el país ha dependido de Rusia en esta área.
El grupo estadounidense Micron, peso pesado en la fabricación de semiconductores, esenciales en el terreno de la informática, anunció una inversión de más de 800 millones de dólares en una fábrica en India.
La fuente anticipó que corresponde a Estados Unidos e India construir un “ecosistema de semiconductores que permita la diversificación de las cadenas de suministro”, cuya fragilidad fue evidenciada por la pandemia de covid-19.
Biden y Modi anunciaron asimismo iniciativas conjuntas en exploración espacial y metales estratégicos, así como asociaciones marítimas y apertura de consulados.
La recepción con gran pompa que se le brindó al primer ministro indio ilustró el deseo de Estados Unidos de profundizar la asociación con el país más poblado del mundo, de 1.400 millones de habitantes. Biden cree que las ambiciones de China, que preocupan a Nueva Delhi y que Washington intenta contrarrestar, convencerán a India de volcarse hacia Estados Unidos aun cuando este país históricamente no alineado probablemente nunca se convierta en un aliado duro. Para fortalecer la relación, el demócrata de 80 años, que ha prometido articular su política exterior en torno a la defensa de la democracia, debió evitar un abordaje demasiado agresivo del tema de los derechos humanos y las libertades. Numerosas organizaciones internacionales acusan a Modi de alimentar las persecuciones contra la minoría musulmana en Cachemira y de presionar tanto a la prensa como a la oposición.
El presidente estadounidense “aborda estas discusiones y temas con cierta dosis de humildad”, dijo un alto responsable de la Casa Blanca, destacando que Estados Unidos “tiene sus propios problemas” en la materia.
Biden “busca tener un diálogo basado en los desafíos comunes en lugar de sermonear o reprender”, dijo, mostrando un pragmatismo del que Washington carece con otros países.
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