La intempestiva renuncia de Sebastián Méndez es considerada una traición en Unión, que no esperada el portazo y mucho menos tras la goleada 3-0 a Independiente del último fin de semana. Para Vélez, sin embargo, haber vuelto al club en este delicado momento es un gran acto de amor. Este miércoles, el Gallego habló por primera vez como DT del Fortín, se disculpó con el Tatengue y explicó los motivos de su salida.
“Antes que nada voy a pedirle perdón a la gente de Unión, al hincha genuino y al socio. Porque sí, fue precipitado. Yo tenía tomada una decisión, pero para el final del campeonato y no ahora. Les quiero pedir disculpas. La decisión de estar acá no tiene que ver con algo racional, sino del corazón, que sale de las tripas y que después tomás conciencia de que lo hacés”, abrió el entrenador en la Villa Olímpica.
Consciente del malestar en Santa Fe, Méndez volvió a disculparse y dejó en claro: “No me voy a justificar con esto, no me interesa y nunca me manejé así. Es la primera vez que me pasa de sentir algo así y de hacer algo de manera intempestiva. Tiene que ver con Vélez, la explicación es esa. No tiene que ver con un pensamiento racional sino con un sentimiento”.
Y siguió con su discurso ante la mirada de la prensa: “Siempre me manejé de una sola manera y esta es una excepción. Y la realidad es que es Vélez. Después de haber vivido tiempos difíciles, simplemente tenía la necesidad de volver a mi casa. Ahí se termina toda la explicación. No lo tomen a mal, pero hablemos de lo que viene”.
Aclarado su alejamiento de Unión, el exayudante de Diego Armando Maradona trazó los objetivos en Liniers: «Siento orgullo por volver a mi casa. Viví muchas cosas lindas acá. Sacar a Vélez de este momento es el mayor desafío de mi carrera». Y le habló directamente a la gente: «Me encantaría decirle que vuelva a creer. Tenemos que estar todos unidos y transitar este camino juntos. Esto es una pelea tan importante como un título».
Si bien hoy tiene puesto el buzo de técnico, Méndez recordó sus inicios como jugador del club: «Vine acá y espero que sea por muchos años. Me crié acá, me formaron como persona. Llegué a los 10 años como el hijo del panadero del barrio y me fui a los 24 como papá de Santiago. Las cosas cambiaron pero no hay que perder la esencia de lo que somos».
Además, reconoció que el desafío de dirigir a Vélez era algo pendiente desde hace rato: «Me fui en el 2002 y no tuve la oportunidad de volver. Estaba esperando esto hace mucho tiempo». Y expresó antes de posar con la camiseta velezana: «No hay una explicación racional para lo que siento. No tengo nada que ocultar. No está mal pedir disculpas cuando uno hace algo que puede caerle mal. Yo fui el que tomó la decisión, no se la agarren con Vélez. Me hago cargo porque lo hice con el corazón. Puede salir bien o mal porque es fútbol. Pero no me arrepiento».
Fuente: tyc sports