Unión por la Patria reunió a sus voceros de campaña, que cumplen el rol de interlocutores con cada uno de los sectores, para acordar la estrategia electoral en el último tramo antes de la PASO. El encuentro fue encabezado de manera virtual por Eduardo “Wado” de Pedro y la bajada fue la de salir en busca del voto indeciso y de los desencantados con la presidencia de Alberto Fernández. También apuntar a bajar el ausentismo.
Si bien en el oficialismo hay entusiasmo por los datos de las encuestas, el temor es que el techo sea bajo y que Juntos por el Cambio o Javier Milei terminen captando al electorado que lo acompañó en 2019 y que se alejó a medida que se fue profundizando la crisis económica y social.
Además de De Pedro, encabezó la reunión Antoni Gutiérrez Rubí, consultor político de la campaña. La consigna para los voceros fue clara: salir a hablar con cada sector y con cada dirigente para explicar las propuestas de Massa e intentar sumar el mayor respaldo posible.
Por eso, formaron parte del encuentro que se realizó este martes Matías Lammens -con vínculos con el deporte y el turismo-; Daniel Scioli -cercano al peronismo, Brasil y algunos gremios-; Felipe Solá y Julián Domínguez -con línea directa con el campo-; Gabriel Katopodis -del círculo de intendentes bonaerenses-; Andrés “Cuervo” Larroque, cercano a Cristina Kirchner y funcionario de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires y los massistas Cecilia Moreau, Gustavo Melella y Diego Giulano, entre otros dirigentes.
La campaña de Massa apunta al voto indeciso y a bajar el ausentismo
Si bien para la PASO presidencial el rival a superar por Sergio Massa es Juan Gabrois, también precandidato de UxP, en los últimos días la campaña del tigrense dio un giro y, además de intentar retener el voto duro k y el propio, salió en busca de los indecisos y desencantados, tras la experiencia en las provincias que ya acudieron a las urnas, en donde se registró un muy alto nivel de ausentismo.
En el oficialismo especulan con la idea de que de no haberse dado esa situación los resultados hubieran sido otros y están convencidos de que lo pueden revertir en agosto. A ese objetivo apunta ahora toda la estrategia.
Además, otra de las experiencias que dejaron las elecciones de este año es que al oficialismo puede no alcanzarle con ganar distritos clave -como la provincia de Buenos Aires- si pierde por amplia mayoría con otros. Por eso, Massa viajó este martes a las provincias que suelen ser esquivas al kirchnerismo, con un mensaje amigable con las economías regionales.
Entre los voceros que también formaron parte de la reunión de este martes estuvieron presentes legisladores nacionales y provinciales, como Juliana Di Tullio, Germán Martínez, Paula Penacca, Pablo Yedlin y Federico Otermin; el gobernador Raúl Jalil (Catamarca); los funcionarios Guillermo Michel (Aduana); Flavia Royón (Energía) y Florencia Carignano (Migraciones); el gremialista Mario “Paco” Manrique (Smata), y los intendentes Ariel Sujarchuk (Escobar) y Federico Achával (Pilar), entre otros.
Lo dice Massa en cada acto de campaña y lo repite también Cristina Kirchner: la bajada de línea es que el peronismo debe salir a militar casa por casa para buscar el voto, no tiene margen para quedarse esperando que la propuesta enamore por sí misma. La idea es contraponer dos modelos de país y convencer de que lo que está por venir es mejor que la situación actual.
Mariana Prado/TN