El obispo Auxiliar, Enrique Martínez Ossola, presidió la Santa Misa en honor a San Ramón Nonato en el Centro Integral de Salud Banda. En la ocasión se realizó la reapertura del Oratorio.
La celebración se inició con una procesión por las instalaciones del CIS Banda con la imagen del patrono de los Obstetras y las embarazadas. A ella se unieron las autoridades del centro asistencial, doctora Liliana Garnica y doctor Edgardo Zanoni.
Durante la misa se unió el personal de las distintas áreas e inclusive quienes integran la Escuela Hospitalaria que celebra sus 14 años de labor.
Durante la homilía, el obispo Martínez Ossola destacó: «Estén atentos porque le hijo del Hombre vendrá en cualquier momento. Hace un poco escuché este relato, un hombre muy piadoso recibe en oración ante el Santísimo una revelación, Jesús le anuncia que iría a su casa, entonces prepara una cena lo más lujosa, en ese llama a la puerta un niño y le responde que está ocupado. Luego viene una mujer embarazada pidiendo de comer y él responde que venga mañana; más cerca de la noche un anciano llega a pedir comida y le dice que no lo puede atender. Jesús no aparecía y este hombre se fue a dormir sin cenar. Regresa ante el sagrario y le habla al Señor, ‘me fallaste anoche’ y Jesús le responde ‘tres veces te golpee la puerta y nunca me quisiste atender’. Él se esconde en nuestros hermanos necesitados».
Más adelante explicó: «La clave de Jesús señala: en el Día del Juicio te preguntarán tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve enfermo y me fuiste a visitar. ¿Cuándo Señor hicimos eso? todas las veces que asistieron a mis hermanos pequeños lo hicieron conmigo. Ese misterio lo entendió San Ramón por eso esa vida de entrega, de grandes sufrimientos, de irrenunciable vocación de anunciar el evangelio y llevar la libertad a los hermanos oprimidos».
«En este lugar nos enfrentamos con muchos enfermos, con otras situaciones que son traumáticas y que requiere un cuidado y vaya que hace bien la mano cariñosa que se posa en el hombro, que nos aprieta la mano, que nos acaricia la mejilla o que nos toca la frente, los inmensos gestos como de bendición nos traen la ternura de Dios en el devenir de nuestras tareas. Es él quien enfunda en nosotros los sentimientos de amor, de entrega, de servicio. Por otra parte, es el demonio el que pone en nosotros la mezquindad, la pereza, el no querer hacer las cosas, ni asumir compromisos».
Finalmente señaló, «le pedimos a San Ramón que medie para celebrar el don de la vida, el don de la fe, el don de la alegría para poder servir cada día».
Finalizada la celebración, las autoridades del CIS Banda y el Obispo realizaron el tradicional corte de cinta para concretar la reapertura del Oratorio, «espacio de adoración, reflexión, a donde se acuna la esperanza de los angustiados que buscan respuesta en Jesús», señaló Martínez Ossola.
Ya dentro del Oratorio, el prelado impartió la bendición al personal de salud y principalmente las manos de los Obstetras que celebraban su día.
