El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo este jueves ver señales de estabilización en la economía china, en medio de turbulencias y crisis. A la vez, indicó que, de tomarse las reformas adecuadas, el país podría acelerar su crecimiento en el mediano plazo.
La principal portavoz del organismo, Julie Kozak, explicó que, según datos recientes, prevén que el crecimiento del PIB chino se desacelerará a alrededor del 3,5% en el mediano plazo, un escenario que podría mejorar, de aplicarse una serie de medidas económicas que permitan reequilibrar la inversión hacia el gasto de los consumidores.
“Debería aprovechar la oportunidad para reequilibrar su economía a través de políticas macroeconómicas de apoyo a corto plazo y reformas a mediano plazo”, explicó.
De tomarse las medidas correctas, Kozak dijo que China podría alcanzar un crecimiento cercano al 5% para el año en curso (REUTERS)Así, Kozak mencionó que China podría alcanzar un crecimiento cercano al 5% para el año en curso, aunque dijo que las proyecciones detalladas serán difundidas luego de la publicación del reporte de Perspectivas de la Economía Mundial de las reuniones con el Banco Mundial, que tendrán lugar en Marruecos el próximo 10 de octubre.
Las declaraciones de la portavoz están en línea con las estimaciones de analistas que también han advertido que, tras las estrictas políticas de “Covid Cero” y los bloqueos, el país quedó inmerso en una desaceleración masiva en su sector inmobiliario, con el foco en la demanda de los consumidores.
A la par, se da un sobreendeudamiento que responde a décadas de exceso de infraestructura y a la negativa de inversión por parte de las empresas privadas, deprimidas.
En este contexto, algunos analistas ven posible que China caiga en una era de estancamiento similar al de Japón, con una población que envejece y una desaceleración del crecimiento de la productividad.
China está inmerso en una crisis que responde a las políticas de Covid Cero, sumado a los números en rojo del sector inmobiliario, entre otros (REUTERS)Por su parte, en Beijing, algunos funcionarios han pedido reformas más profundas mientras que otros señalaron que la clave está en un gasto estatal más sólido que permita impulsar el crecimiento. También, el Consejo del Estado presentó el mes pasado un plan de 20 puntos para animar a los ciudadanos a gastar más en sectores como el automovilístico, el turístico y el de los electrodomésticos.
De todas formas, poco más de un mes atrás, el régimen de Xi Jinping abordó la cuestión económica y reconoció que el proceso de recuperación será “accidentado y tortuoso” y que “inevitablemente se enfrentará a dificultades y problemas”.
“Es un desarrollo ondulatorio”, comentó el pasado 16 de agosto el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin, aunque intentó llevar tranquilidad al respecto y aseguró que “algunos políticos y medios de comunicación occidentales han exagerado los problemas periódicos en el proceso de recuperación económica post-epidémica de China pero con el tiempo se demostrará que están equivocados”.
Wenbin reconoció que la recuperación económica será un camino complicado pero aseguró que los resultados «se han visto o se están viendo» (REUTERS)Habrá “nuevas dificultades y desafíos” y “peligros ocultos en áreas clave, pero nunca rehuimos los problemas, hemos tomado medidas proactivas para resolverlos y los resultados se han visto o se están viendo”, concluyó.
En julio, China -la segunda economía mundial- entró en deflación por primera vez en más de dos años, como consecuencia de una caída en el consumo y las exportaciones.
(Con información de Reuters)
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