La familia Monster (The Munsters) está escrita y dirigida por Rob Zombie, músico y cineasta que se volvió famoso en la década de los 80 liderando la banda White Zombie. El realizador tenía, en sus años de músico, un repertorio de heavy metal con temas de terror y ciencia ficción. En el año 1998, la banda lanzó un tema llamado “Drágula” en homenaje al auto que usaba el Abuelo Monster en la serie de la década del sesenta, La familia Monster (1964-1966). En el videoclip de la canción, Rob aparecía manejando dicho vehículo.
Cuando inició su carrera como cineasta, su primer deseo era adaptar dicha ficción televisiva, pero el proyecto se fue postergando y Zombie se convirtió en un respetado director de cine de terror. Sus películas no tenían el tono liviano y simpático de la serie ni eran para todo público. Diecinueve años después de aquel debut, logró llevar a la pantalla la historia de esa familia de monstruos que en Estados Unidos supo ser más famosa que Los locos Addams. En Latinoamérica, sin embargo, el éxito fue el opuesto, y muchos espectadores nunca llegaron a conocer a los nuevos Monster.
El director hace su propia lectura y se aferra a los tres personajes adultos de la serie. Herman (Jeff Daniel Phillips) es una especie de Frankenstein hecho del cerebro de un cómico pésimo, Lily (Sheri Moon Zombie) es una vampiresa que se enamora a primera vista de Herman y El Conde (Daniel Roebuck) es una especie de Drácula viejo que es el padre de Lily y terminará siendo el suegro de Herman. Narra el origen de Herman y el enamoramiento de Lily, no hay hijos, aunque sí un hijo del Conde que es hombre lobo. También hay otros personajes que remiten a clásicos del cine de terror como Nosferatu, La noche del vampiro o El monstruo de la laguna negra. No hay un solo minuto de la película que no sea una declaración de amor por el género.
Aunque no fue bien recibida, La familia Monster es muy simpática y su homenaje al género es encantador. Tiene el espíritu del programa original, donde los monstruos no entendían por qué el mundo los rechazaba y, al igual que Los locos Addams, vivían felices bajo sus propias reglas. Pasaron las décadas y también se ve la influencia de obras posteriores, como la filmografía del comienzo de la carrera de Tim Burton. Tal vez hoy el mundo viva bajo una mirada menos discriminatoria y prejuiciosa, pero siempre habrá un lugar para que los distintos se sientan raros en un mundo de supuesta normalidad. Los actores están todos bien, en particular Sheri Moon Zombie, cuya Lily es tan divertida como querible.