El presidente de la UCR, Gerardo Morales, convocó a los máximos dirigentes del partido para una reunión el próximo miércoles a las 14 en la sede del Comité Nacional, según pudo saber Infobae, donde analizarán el contexto que atraviesa Juntos por el Cambio luego de la derrota electoral del pasado domingo. Allí se espera que participen los cinco gobernadores correligionarios y los integrantes de la Mesa Nacional, en momentos en que crece la expectativa por el rol que ocuparán en el balotaje, cuando Sergio Massa y Javier Milei se enfrenten por la Presidencia.
Ningún radical se anima a hablar de un quiebre de Juntos por el Cambio, de hecho, se descuenta que el próximo miércoles no darán ninguna definición concreta sobre cómo jugarán en el balotaje, pero sí será el tema central. En contraposición, en el entorno de Morales aseguran que el PRO está decidido a un acuerdo con Milei.
La convocatoria a la reunión del miércoles, por parte de Morales se da, según pudo reconstruir este medio, luego del fuerte enojo del gobernador jujeño con parte del PRO. Anoche, junto con Lousteau y Horacio Rodríguez Larreta, habían acordado los puntos claves del discurso que debía dar Bullrich para reconocer la derrota en manos de Unión por la Patria y La Libertad Avanza. Pero el resultado final fue totalmente distinto a lo acordado.
En el entorno de Gerardo Morales aseguran que Mauricio Macri ya acordó con Javier Milei
Tal fue el malestar que despertó ese cambio de estrategia, que algunos vieron a Morales bajarse del escenario notablemente enojado. “Fue un discurso lleno de guiños a Milei y con una mirada antikirchnerista”, protestaron algunos radicales, quienes esperaban un llamado a defender los valores de la coalición. Otros deslizaron que fue el propio Macri el que le impuso a Bullrich lo que debía decir para reconocer la derrota, con una estrategia clara hacia el futuro con los libertarios.
Esa misma noche, el gobernador jujeño habría deslizado que la UCR debe dejar de entregarle la “vocería al PRO”. Una idea que podría verse reflejada en la reunión que encabezará el próximo miércoles. El ala moderada de los radicales arrastra un fuerte malestar contra Macri. Creen que es el máximo responsable de la derrota de Juntos por el Cambio, a raíz de su intervención en la interna entre Rodríguez Larreta y Bullrich y sus posteriores coqueteos con Javier Milei.
Del otro lado, hay un sector radical que intentan poner paños fríos y evitan buscar responsables. Son los más reticentes a un acercamiento con el candidato de Unión por la Patria. “Massa está haciendo un llamado a los radicales, pero de forma individual y la UCR tiene que responder de forma colectiva”, sostienen.
“Juntos por el Cambio se tiene que quedar donde está”, repiten los referentes del espacio. Creen que podrán hacer valer su rol como opositores desde el Congreso y con el importante puñado de gobernadores que cosecharon en este último año.
Con los resultados de estas elecciones, la UCR perdió 6 bancas en el Senado y 12 en Diputados. El resultado de las PASO en Jujuy había sido negativo, pero empeoró este domingo. El partido centenario perdió dos bancas en la Cámara alta, ya que la alianza Cambia Jujuy quedó tercera, detrás de Unión por la Patria y el espacio libertario. Quedaron afuera Mario Fiad y Silvia Giacoppo.
Julio César Martínez, quien buscaba renovar su banca por La Rioja, también quedó afuera del nuevo esquema parlamentario. En esa provincia Unión por la Patria quedó en primer lugar, seguido por La Libertad Avanza.
La UCR cuenta con dos senadores por Santa Cruz. Los mandatos de Eduardo Costa y María Belén Tapia vencen en diciembre pero, con los números que se reflejaron este domingo, esos dos lugares quedaron en manos entre Unión por la Patria y el espacio Por Santa Cruz. En Formosa, por su parte, Luis Naidenoff también se quedó sin la posibilidad de renovar la banca que tiene desde 2005.
El partido centenario sólo contrarrestará la pérdida en el Senado con el ingreso de Abad -el actual presidente de la UCR bonaerense- luego de una disputa peleada contra la lista de Carolina Píparo. De este modo, los correligionarios tendrán un senador por la provincia de Buenos Aires después de más de 20 años, ya que el último que asumió ese lugar fue Raúl Alfonsín en el 2001.