Corea del Sur indicó que reanudará las emisiones de mensajes de propaganda contra el régimen de Kim Jong-un mediante altavoces colocados en la frontera, en respuesta a las campañas norcoreanas que emplean globos para arrojar basura en el país vecino.
Chang y otros responsables de seguridad criticaron a la dictadura de Pyongyang por tratar de producir “ansiedad y disrupción” en Corea del Sur y recalcaron que Corea del Norte será “la única responsable” por cualquier escalada futura entre los dos países.
Por ahora, Corea del Norte ha enviado más de 1.000 globos para arrojar toneladas de basura y estiércol sobre el sur, en represalia por las campañas de folletos de civiles surcoreanos. Los incidentes han incrementado la tensión entre los dos rivales, con las negociaciones estancadas debido a las ambiciones nucleares de Pyongyang.
Había amplias expectativas de que Seúl reanudara las emisiones desde la semana pasada, cuando suspendió un acuerdo de acercamiento de 2018 con Corea del Norte. La medida permitía a Seúl reanudar las campañas de propaganda y posiblemente reanudar las maniobras con fuego real en zonas fronterizas.
El Estado Mayor conjunto de Corea del Sur dijo haber detectado 330 globos lanzados por Corea del Norte desde el sábado por la noche, de los que unos 80 se encontraron en territorio surcoreano para el domingo por la mañana. El viento soplaba al este el sábado por la noche, indicó el ejército, lo que podría haber alejado muchos de los artefactos del territorio surcoreano.
Las Fuerzas Armadas surcoreanos indicaron que los globos que habían caído llevaban basura, como residuos de plástico y papel, pero no se habían encontrado sustancias peligrosas.
El ejército ha movilizado equipos rápidos de desactivación de explosivo y gestión de productos químicos para retirar los globos y materiales, y advirtió a la población que estuviera atenta a la caída de objetos y no tocara los globos en el suelo, sino que los reportara a autoridades policiales o militares.
Seúl podría emplear los altoparlantes para emitir mensajes contra Pyongyang, canciones de K-pop y noticias exteriores desde su lado de la fortificada frontera. Corea del Norte es muy sensible a esos mensajes porque teme que puedan desmoralizar a las tropas y residentes y terminen debilitando el asidero sobre el poder de su líder, Kim Jong-un, según los analistas.
En 2015, cuando Corea del Sur reanudó esos mensajes por primera vez en 11 años, Corea del Norte disparó rondas de artillería hacia el otro lado de la frontera, lo que hizo que las fuerzas surcoreanas devolvieran el fuego, según autoridades en Seúl. No se reportaron bajas.
En los últimos años, Kim Jong-un ha librado una campaña creciente para eliminar la influencia lingüística y cultural surcoreana.
Declaró en enero que el Norte abandonaría su viejo objetivo de unificación pacífica con el sur y reescribiría su constitución para consolidar al Sur como enemigo permanente. Los expertos dicen que los esfuerzos de Kim por reforzar la identidad diferenciada del Norte podría ir dirigidos a consolidar el gobierno dinástico de la familia Kim.
También es posible que la campaña de globos de Corea del Norte busque causar divisiones en el país vecino sobre la dura estrategia de su gobierno conservador hacia el conflicto entre las dos Coreas.
(AP)
Fuente Infobae