El padre Oroná instó a la comunidad a imitar a San Luis Gonzaga quien puso su confianza y corazón en Jesús

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Tal como se había anticipado, este viernes en horas de la tarde, la comunidad del barrio San Martín vivió un momento especial. Después de muchas semanas de trabajo, se reinauguró la gruta en honor a San Luis Gonzaga. La actividad se desarrolló en el Ateneo Sagrado Corazón de Jesús.

Antes de la Eucaristía, la cual fue presidida por el padre Hernán Oroná párroco de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, se brindó una charla sobre la vida del santo.

La disertación estuvo a cargo de Emanuel Gutiérrez servidor de la comunidad ubicada en el barrio Primera Junta de ciudad Capital.

En la oportunidad se destacó las virtudes de Luis, que le valió el reconocimiento de la Iglesia que lo canonizó y declaró Patrono de los Estudiantes y de la Juventud Mundial.

Cabe mencionar que el santo, provenía de una familia de buena posición, sin embargo él decidió seguir a Jesús y entregar su vida en favor de los más necesitados.

Luego, los presentes realizaron una procesión con la imagen de San Luis Gonzaga por las calles que circundan el Ateneo Sagrado Corazón de Jesús. 

Seguidamente, el padre Hernán presidió la Santa Misa, en donde instó a los fieles a imitar el ejemplo de Mama Antula y Luis Gonzaga quienes se desprendieron de todo y encontraron el verdadero amor en Jesús.

«Mama Antula y San Luis Gonzaga nos enseñan en quien debemos confiar, nos muestran a donde debemos poner nuestro corazón, nuestra confianza, cual es la verdadera riqueza. Muchas personas colocan su confianza en las riquezas, ellos entienden que con posesiones y dinero serán felices. En cambio otros piensan que la felicidad pasa por estar en Comunión con Dios», argumentó el presbítero.

En otra parte de su reflexión el sacerdote invitó a los presentes a pensar, «qué riquezas le ofrecen al Señor, qué obras le estamos presentando».

Finalmente el padre Oroná reflexionó, «Mama Antula no perdió el tiempo, San Luis no perdió el tiempo, el padre Valentín Til no perdió el tiempo, agradecidos por la vida que Dios les dió, ellos ofrecieron sus años para trabajar por el Reino de Dios. Tomando sus ejemplos, estamos llamados a ofrecer nuestras vidas para trabajar en favor del Reino de Dios«.

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