El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, embistió esta mañana con dureza contra su par argentino, Javier Milei, a quien le reclamó que “pida disculpas” a su país y a él mismo, porque “dijo muchas tonterías”. Las declaraciones suben la tensión diplomática entre los dos socios principales del Mercosur, que venía complicada por el caso de los militantes identificados con Jair Bolsonaro que fueron condenados por la justicia brasileña y se refugiaron en Argentina.
Las declaraciones tuvieron una rápida respuesta de parte del gobierno argentino: “El Presidente no ha hecho nada de lo que tenga que arrepentirse”, afirmó esta mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni, en la conferencia de prensa matutina en la Casa Rosada, en Buenos Aires.
“No conversé con el presidente de Argentina porque creo que él debe pedirle disculpas a Brasil y a mí. Dijo muchas tonterías. Sólo quiero que él pida disculpas. Yo quiero a Argentina, es un país que me gusta mucho, es un país muy importante para Brasil, y Brasil es muy importante para Argentina. No es un presidente de la República quien va a crear cizaña entre Brasil y Argentina”, fue la frase que pronunció este miércoles.0
“El pueblo brasileño y argentino es mayor que los presidentes. Ellos quieren vivir bien, quieren vivir en paz. Si el presidente de Argentina quiere gobernar Argentina está bien, que no intente gobernar el mundo”, agregó en una entrevista con el portal UOL, al ser consultado sobre por qué no había tenido contacto con el líder libertario en la cumbre del G7, en Italia.
Lula también dijo que su Gobierno trata “con mucha diplomacia” el caso de decenas de activistas bolsonaristas que participaron en la asonada del 8 de enero de 2023 en Brasil y huyeron hacia Argentina en los últimos meses, después de que Milei asumió la presidencia en ese país. El mandatario brasileño explicó que existen informaciones de que sobre algunos de los fugados existen ya sentencias firmes y que su gobierno analiza si pedirá formalmente la extradición o exigirá que, “en caso de que no quieran venir, que vayan presos en Argentina”.
El presidente Lula Da Silva profundizó su pelea con su colega argentino, Javier Milei
Lula, una de las referencias de la izquierda latinoamericana, no ha tenido hasta ahora ningún contacto con Milei, quien mantiene una estrecha relación con la oposición brasileña de derecha, que lidera Bolsonaro (2019-2022). Milei y Lula coincidieron por primera vez la semana pasada, en la cumbre del G7 celebrada en Italia, pero se evitaron mutuamente, no intercambiaron palabra alguna ni se les vio juntos en fotografías.
Ambos volverán a encontrarse el próximo 8 de julio en Asunción, en el marco de la cumbre semestral del Mercosur, a la cual Lula ya confirmó su asistencia, al igual que lo hizo el vocero Adorni respecto del primer mandatario argentino.
La tensión entre ambos viene de la época de la campaña. De hecho, en 2023, el rival de Milei, Sergio Massa, recibió apoyo personal y el aporte de publicistas que trabajaron en su campaña para tratar de imponerse en las elecciones. Lo cierto es que el líder libertario tuvo frases durísimas en contra del presidente brasileño, a quien llegó a definirlo como “zurdo salvaje que apoya dictadores, tipos que violan los derechos humanos, autócratas con sus manos manchadas de sangre”.
La polémica por los refugiados
Las relaciones entre los gobiernos de Brasil y Argentina están atravesadas ahora por la situación de los bolsonaristas que fueron condenados por la Corte de ese país por considerarlos responsables de una protesta con intenciones golpistas. De varios centenares de sancionados -con penas de hasta 17 años de cárcel- la Justicia de ese país sospecha que 143 escaparon hacia la Argentina, según se desprende de un requerimiento formal que hicieron llegar al Ministerio de Relaciones Exteriores.
De acuerdo a los trascendidos diplomáticos, el gobierno de Milei respondió que de esas 143 personas, 60 ingresaron legalmente al país y 10 ya se fueron con destino desconocido. También se informó que varias personas solicitaron de manera oficial ante la Comisión Nacional de Refugiados (CONARE), pero no se brindaron sus nombres porque los procesos se están tramitando en secreto.
El abogado de la Asociación de Víctimas y Familiares del 8 de enero (ASFAV), Ezequiel Sousa Silveira, habló con Infobae sobre la situación de los brasileños. “Estuvimos el 30 de mayo en la Cámara de Diputados por invitación de María Celeste Ponce participando en una audiencia donde pudimos informar sobre las violaciones a los derechos humanos y al debido proceso legal que se están cometiendo contra los imputados del 8 de enero. Aprovechamos nuestro viaje a Argentina para presentar un informe sobre estas violaciones ante la CONARE”, explicó el letrado.
Hasta hoy, lo único que se sabe es que ingresaron al país y pidieron protección Ângelo Sotero, músico, 59 años; Gilberto Ackermann, corredor de seguros, 50 años; Raquel de Souza Lopez, 51 años; Luis Fernandes Venâncio, empresario, 50 años, San Pablo; Alethea Verusca Soares, 49 años; Rosana Maciel Gomes, 50 años; y Daniel Lusiano Bressan, 37 años, y Marco Simon Oliveira. El Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño remitió a la Cancillería argentina una carta de la Corte Suprema solicitando la verificación de que 143 prófugos de la justicia brasileña se encuentran en territorio argentino.
Fuente: infobae