El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció oficialmente que se retira de la carrera presidencial, después de semanas de especulaciones sobre su capacidad física y su agilidad mental, sumiendo al Partido Demócrata en la incertidumbre. Lo hizo a través de un posteo en X.
A casi tres y medio de las elecciones del 5 de noviembre, el partido Demócrata deberá elegir ahora quién competirá con Donald Trump por la presidencia. La vice Kamala Harris es la gran favorita para reemplazar a Biden en la cabeza de la fórmula.
“Ha sido el mayor honor de mi vida ser su Presidente. Y si bien mi intención ha sido buscar la reelección, creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato”, apuntó el mandatario de 81 años.
El anuncio se conoció en medio de insistentes pedidos de legisladores demócratas para que baje su candidatura, después de su desastrosa participación en el primer debate presidencial.
Biden había dicho el jueves que solo se bajaría de la carrera a la reelección en caso de sufriera una condición médica. Poco después, la Casa Blanca anunció que el presidente se había contagiado de covid.
En su carta de renuncia, Biden no dio su apoyo inmediato a la vicepresidenta Kamala Harris, a pocos meses de las elecciones. Biden planea seguir siendo presidente hasta el final de su período, el 20 de enero del 2025.
Joe Biden cedió finalmente a las presiones
Biden finalmente cedió a las presiones de su propio partido después de su mediocre actuación en el primer debate de la carrera a la Casa Blanca contra el expresidente y candidato republicano Donald Trump.
Decenas de legisladores y senadores le habían pedido en los últimos días que abandonara el testigo por su avanzada edad.
El presidente, que está aislado en su domicilio de Delaware tras dar positivo de covid, dijo que en los próximos días se dirigirá a la nación para explicar su decisión.
”Por ahora, permítanme expresar mi más profundo agradecimiento a todos aquellos que han trabajado tan duro para verme reelegido. Quiero agradecer a la vicepresidenta Kamala Harris por ser una socia extraordinaria en todo este trabajo. Y permítanme expresar mi más sincero agradecimiento al pueblo estadounidense por la fe y la confianza que han depositado en mí”, afirmó Biden.
El demócrata de 81 años engrosa así el club muy restringido de presidentes estadounidenses salientes que tiraron la toalla en su intento por conseguir un segundo mandato.Pero es el primero en hacerlo a estas alturas de la campaña. Y el único que tuvo que darse cuenta por vencido por las dudas sobre su agudeza mental a raíz de un debate calamitoso con su rival republicano Donald Trump.
En su carta, divulgada en la red social X, Biden afirmó: ”Aunque fue mi intención buscar la reelección, creo que es en el mejor interés de mi partido y del país retirarme (de la contienda) y enfocarme únicamente en cumplir mis tareas como presidente por el resto de mi mandato”.
Qué hará ahora el Partido Demócrata
Ahora el Partido Demócrata tendrá que encontrar a un sustituto o sustituta, cuando faltan pocos días para la convención prevista en Chicago (norte) a partir del 19 de agosto.
Su vicepresidenta, Kamala Harris, sería una elección natural, pero no automática, para convertirse en candidata.
La última palabra la tienen los delegados del partido: 3.900 personas con perfiles muy variados y en su mayor parte completamente desconocidos para la opinión pública.
Fue el desastroso desempeño de Joe Biden durante su debate del 27 de junio con Donald Trump lo que precipitó los acontecimientos. Ese día, desde los primeros segundos de la batalla verbal que él mismo había convocado, decenas de millones de telespectadores vieron a un Biden titubeante, confuso, una imagen que dejó a los demócratas consternados y desorientados. Estaba resfriado y tosía con frecuencia. Su voz era apagada, se trababa al hablar y dejaba las frases inacabadas. Un espectáculo doloroso que sacó a la luz las dudas sobre su edad, que su entorno más cercano se había forzado en sofocar.
Tan pronto como terminó, la pregunta era inevitable: ¿quién sería el primero en pedirle que pasara el testigo? El nerviosismo se contagio. Algunos congresistas demócratas se lo pidieron públicamente. Con el paso de los días se fueron sumando pesos pesados del partido. Uno tras otro, asustados por las encuestas que lo daban como perdedor y por miedo a una victoria abrumadora del republicano Donald Trump, le dieron la espalda.
Al comienzo en privado, sugiriéndole que reconsiderara su candidatura. Los medios de comunicación estadounidenses, citando fuentes anónimas, afirmaron que el expresidente Barack Obama, la exjefa de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y los líderes demócratas en el Congreso Chuck Schumer y Hakeem Jeffries expresaron su preocupación. Y las imágenes de Joe Biden dando positivo por covid-19, bajando con dificultades la pasarela de su avión, no hicieron más que amplificar el nerviosismo de su bando. Entretanto Donald Trump, que milagrosamente sobrevivió a un intento de asesinato, parece disfrutar de un estado de gracia, con victorias legales y la consagración en la convención del Partido Republicano.
Fuente TN