Sigue el escándalo de los diputados de La Libertad Avanza (LLA). Luego del descargo por la posible expulsión del bloque, la legisladora Lourdes Arrieta reveló desde su cuenta de la red social X (ex Twitter) una serie de chats en lo que da cuenta cómo se gestó la visita de sus compañeros de bancada a represores en el penal de Ezeiza. Además expuso la interna dentro del oficialismo, con críticas al gobierno de Javier Milei.
En las capturas que compartió en las redes, la diputada del oficialismo expuso la interna dentro de LLA. Por un lado, expuso un proyecto que circuló en secreto con el fin de otorgar la libertad a los represores. Además quedó en claro en los chats que los legisladores operaron de espaldas al Poder Ejecutivo, sin el conocimiento del presidente Javier Milei de sus actividades.
Tensión en La Libertad Avanza: chats, escándalo y acusaciones
Entre otros detalles, Arrieta contó cómo fueron los intentos de eliminar la polémica foto de los diputados con represores en Ezeiza, las conversaciones entre los participantes y las críticas al Poder Ejecutivo.
A través de un hilo titulado “No más impunidad” que publicó en su cuenta personal de la red social, la diputada de LLA de Mendoza reveló la existencia de varios grupos conformados con la intención de presentar un proyecto de ley que beneficiara a militares condenados por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura militar de 1976.
“Como dijo el presidente Javier Milei, es hora de que se sepa la verdad sobre quién autorizó y cuál era el verdadero motivo de la visita a los genocidas”, expresó Arrieta. En el hilo de X, apuntó contra el cura Javier Ravasi, quien habría funcionado como el nexo entre los diputados libertarios, abogados y jueces.
De hecho, indicó que el sacerdote habría sido el responsable de sumarla al grupo de Whatsapp llamado “Comida informal con Padre Javier x milit”, espacio al que apuntó por ser el origen de todo el escándalo.
La visita de diputados a represores en Ezeiza
Una vez que mostró el mensaje de bienvenida que le habría escrito Ravasi el 23 de febrero pasado, la diputada de LLA no solo recordó que no fue la única del bloque que participó del mismo, sino que sumó los nombres de otros legisladores a la lista. “Entré porque en ese grupo ya estaban muchos de mis colegas que hoy fingen demencia: Lemoine, Ponce, Orozco, Mayoraz, Santurio, Benedit, Ferreyra y Araujo” contó.
Según el hilo de X publicado por Arrieta, Ravasi les pide a los miembros del grupo que confirmaran su asistencia a una “reunión informal y reservada por tema proyecto milit” que presuntamente se habría realizado el pasado 14 de marzo a las 19:30 horas en la calle Montevideo 871, en la Ciudad de Buenos Aires.
La diputada aceptó la invitación a la cita, a la que también fueron convocados los legisladores Alida Ferreyra, Beltrán Benedit, Celeste Ponce, Carlos Zapata, los abogados Laura Olea, Ricardo Saint Jean y el exjuez de Casación Eduardo Riggi ya habían confirmado su asistencia.
A partir de esto, Olea envió al menos unos dos documentos que contenían iniciativas creadas con el fin de imponer un “plazo razonable de los procesos y modificar la Ley de Ejecución Penal, el Código Penal y Procesal”. En la fila sumó un decreto reglamentario que permitiría sumar a las causas de lesa humanidad dentro del régimen propuesto.
“Ravasi agrega que el proyecto tiene como finalidad obligar a los jueces a conceder la prisión domiciliaria manifestando que ‘los que están en cárceles irían a domicilio y muchos obtendrían la libertad’”, subrayó.
El proyecto de beneficio a represores y la jugada a espaldas del Gobierno
En simultáneo, Arrieta expuso que Benedit habría comenzado a organizar la visita a los represores e, incluso, señaló que el diputado habría tenido una conversación con el director del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez, quien aparentemente le habría asegurado que le facilitaría el acceso a los penales. Asimismo, pidió que los interesados confirmen la asistencia y le envíen los datos necesarios para agilizar el trámite. Ese mismo día se sumó al grupo el diputado Alberto Arancibia.
Si bien Arrieta aseguró no haber asistido a la comida pactada para el 14 de marzo, aportó pruebas de que los primeros que habrían llegado fueron Laura Olea, Ricardo Sain Jean, Alida Ferreyra, María Emilia Orozco, Santiago Santurio y Guillermo Montenegro.
No obstante, uno de los detalles más llamativos del texto que habría sido redactado por Ravasi apuntó que la reunión se habría realizado a espaldas del Poder Ejecutivo, ya que planteó la posibilidad de que los diputados Benedit y Ferreyra le plantearan la inquietud al presidente Javier Milei.
De esto se desprende que Milei estuvo en desconocimiento de la reunión hasta después de que comenzó a circular la foto grupal de los diputados con los represores y se difundiera en los medios de comunicación y redes sociales.
De hecho, Arrieta confirmaría la falta de participación por parte de Milei en el proyecto que se habría gestado en ese grupo de Whatsapp al exponer una queja de Ferreyra ante la bajada de línea por parte del Ejecutivo.
“Elaboramos un comunicado los que fuimos el jueves y desde el Ejecutivo no nos autorizan a publicar. Que la noticia mañana termina, agradezco a los que puedan manifestarse”, mencionaba la diputada, comentario al que se le sumó la crítica de Benedit: “Un Ejecutivo al que le tiembla el pulso para permitirnos sacar un comunicado”.
“Claramente, estos diputados tienen otra agenda, y no reparan en tildar al pte. de blando por temblarle el pulso al no imponer la agenda que ellos proponen. Entonces ¿a quién responden? Si admiten que el Ejecutivo los frenó, ¿Quién es su líder político?”, recriminó la mendocina al afirmar que otro grupo titulado “VISITA” y creado por Benedit después de que salieran del penal que, se suponía, iba a funcionar como espacio de trabajo para “armar un comunicado de prensa y la forma de comunicar las fotografías”.
Fue en este mismo espacio digital que Montenegro les habría comunicado que el Poder Ejecutivo les habría pedido que no publiquen el comunicado y que tampoco dialogaran con la prensa. “Los van a llamar a cada uno”, adelantó, mientras que Benedit respondió con un: “Qué papanatas”. Asimismo, Ferreyra enrostró haber visitado Campo de Mayo con Benedit en marzo y que nadie supo de la reunión.
El supuesto destrato del diputado Benedit al presidente Javier Milei
Después de que el descontento por parte de varios de los participantes afloró con la prohibición de publicar el mencionado comunicado, Arrieta apuntó que el plan B fue un “operativo limpieza donde se pide a todos borrar las fotografías, para poder tapar al máximo lo que había sucedido y negar la visita”.
Finalmente, la diputada remarcó que no dará marcha atrás con las denuncias que realizó para que se investigue lo que ocurrió con la visita a los genocidas. “Seguiré denunciando públicamente todas las pruebas que tengo en mi poder hasta que el Congreso constituya una Comisión Investigadora para determinar las responsabilidades de quienes visitamos la cárcel de Ezeiza, como fines reales y el origen de grupos ocultos de poder”, anticipó a modo de concluir el hilo.
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