La Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por el chavismo, autorizó este jueves el acuerdo alcanzado con China en mayo para la promoción y protección de inversiones entre ambas naciones. Durante la última sesión, el Parlamento definió aprobar “en todas sus partes” el acuerdo suscrito entre Caracas y Beijing, “para que surta efectos internacionales” en lo que respecta a impulsar el “desarrollo integral” en materia económica.
“Se abren nuevas perspectivas” de desarrollo, con “condiciones para inversiones” para Venezuela, que está “bloqueada por sanciones absolutamente ilegales y brutales del Gobierno norteamericano”, agregó a continuación e insistió, antes de cerrar, en que se trata de “un paso importante en la profundización” de las relaciones de “cooperación y hermandad” con el gigante asiático, que no se limitan a la dictadura de Nicolás Maduro sino que se remontan hasta la llegada del chavismo al poder, en 1999.
Parte de este acercamiento se vio el pasado 22 de mayo, cuando el régimen dio un paso más en su relación con Beijing y afianzó su vínculo con la firma de este acuerdo, que contempla un marco regulatorio de inversiones de empresas chinas en Venezuela y la participación de firmas del país caribeño en la nación asiática, entre otras. El anuncio se hizo durante un encuentro entre la vicepresidenta ejecutiva del régimen, Delcy Rodríguez; el representante de Comercio Internacional chino, Wang Shouwen; y el propio Maduro.
Por su parte, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Caracas también destacaron la “importancia de las alianzas estratégicas” entre Latinoamérica y China, dado que éste ocupa el rol de “socio global, bajo la premisa de unas relaciones de respeto mutuo y complementariedad”.
China y Venezuela cumplieron el pasado 6 de junio 50 años de relaciones bilaterales e “inquebrantables” lazos desde “una altura estratégica” y con una perspectiva “de largo plazo”. La asociación estratégica “ha mantenido un desarrollo constante y se ha convertido en un modelo para las relaciones entre países”, celebró el ministro de Exteriores chavista, Yván Gil, a lo que su par chino, Wang Yi, respondió elevando la categoría de su vínculo a una “asociación estratégica a toda prueba y todo tiempo”, con lazos que “se vuelven más claros y nuevas fuerzas impulsoras”.
(Con información de EFE)
Fuente Infobae