El presidente de Bolivia, Luis Arce, declaró el lunes “desastre nacional” debido a los incendios forestales que, durante tres meses, han consumido casi siete millones de hectáreas de pastizales y bosques, impactando la salud de los habitantes de varias ciudades en Bolivia.
A pesar de sus disputas internas con la Asamblea Legislativa, Arce les pidió a los legisladores acelerar la aprobación de créditos internacionales para enfrentar la crisis ambiental, la peor registrada en su territorio desde 2019. “Eso nos permitirá contratar más aviones cisterna y adatar helicópteros”, explicó el mandatario mientras solicitó “endurecer las penas” para quienes provoquen quemas.
Las regiones mas afectadas son las de Santa Cruz y Beni, donde la frontera agrícola y ganadera se ha expandido en los últimos años. Según las autoridades de Santa Cruz, la región atraviesa “el mayor desastre ambiental” de su historia. Aunque las lluvias tenues de los últimos días han ayudado a reducir el número de focos, estos se intensificaron debido al aumento de las temperaturas y una sequía severa.
Bomberos de Brasil, Chile, Venezuela y España llegaron a Bolivia para colaborar en el control del desastre. Varias comunidades rurales tuvieron que ser evacuadas por el avance de las llamas, aunque no se reportaron víctimas fatales hasta el momento.
Bolivia también se ve afectada por los incendios que golpean a la Amazonia brasileña. Según las autoridades, varios focos de calor iniciados en Brasil cruzaron hacia territorio boliviano, agravando la situación en el país.
Durante el fin de semana, la policía detuvo a seis presuntos responsables del fuego, todos ellos agricultores. En el país, campesinos y agricultores suelen utilizar la quema de barbechos como un método económico para renovar pastizales y expandir la frontera agrícola. Sin embargo, estas prácticas a menudo se descontrolan, provocando incendios fuera de control.
Imágenes transmitidas por televisoras privadas y compartidas en redes sociales mostraron ganado y animales silvestres calcinados por el fuego, lo que desencadenó protestas de activistas en varias ciudades.
En los últimos años, se aprobaron leyes que incentivaron las quemas con fines agrícolas, lo que incrementó significativamente el riesgo de incendios. Los manifestantes exigen la derogación de estas leyes que permiten la deforestación.
La práctica de “tumbar el monte” para ampliar terrenos agrícolas se ha convertido en una actividad perjudicial, reconoció recientemente Eulogio Núñez, director del Instituto Nacional de Reforma Agraria.
Hace unas semanas, Luis Arce declaró una pausa ecológica para detener los desmontes en Bolivia. El lunes anunció que enviará un nuevo paquete de leyes para impedir que las tierras quemadas sean utilizadas con fines agrícolas o ganaderos.
(Con información de AP/EFE)
Fuente Infobae