El embajador de Indonesia ante la ONU, Hari Prabowo, denunció en el Consejo de Seguridad que el ataque «claramente demuestra cómo Israel se ha situado por encima del derecho internacional, de la impunidad y de nuestros valores de paz».
Preocupación internacional por el incidente
España, que dirige la fuerza, pidió que se «garantice» la seguridad de los cascos azules e Irlanda lo calificó de un «acto irresponsable» que «debe cesar». La Casa Blanca se mostró «profundamente preocupada» por los informes de que Israel disparó contra la sede de las fuerzas de paz de la ONU en el sur de Líbano, informó el jueves un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.
Francia, que antes del incidente había solicitado al Consejo de Seguridad una reunión sobre el tema Líbano, «condenó cualquier ataque a la seguridad» contra los soldados de la ONU. La Finul, que cuenta con unos 10.000 soldados de mantenimiento de la paz en el sur de Líbano, ha pedido de forma insistente una tregua desde que el 23 de septiembre se intensificó la escalada entre Israel y Hezbolá.
El jefe de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, dijo el jueves en el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York que la fuerza internacional corre «graves riesgos» y que el domingo 300 cascos azules habían sido reubicados temporalmente en bases más amplias y está previsto el traslado de «otros 200».
Bombardeos de Israel en Líbano: al menos 22 muertos
El jueves en la noche al menos 22 personas murieron en dos bombardeos israelíes en el centro de Beirut, en el ataque más mortífero contra la capital libanesa desde que Israel y Hezbollah entraron en guerra abierta. Según el Ministerio de Salud de Líbano, 22 personas murieron y 117 resultaron heridas en los ataques aéreos que, de acuerdo a la agencia de prensa oficial ANI, golpeó dos barrios residenciales densamente poblados.
También el jueves, Hezbollah afirmó haber «destruido un tanque israelí que avanzaba» hacia Ras Al Naqura y que disparó cohetes contra otro frente de Israel que se acercaba a la ciudad fronteriza Mais al-Jabal.
Desde que comenzó el intercambio de artillería entre Israel y Hezbollah, más de 2.000 personas han muerto en Líbano, de las cuales 1.200 fallecieron desde la intensificación de los bombardeos israelíes el 23 de septiembre, según un recuento realizado por AFP en base a cifras oficiales.
En el frente de la Franja de Gaza, donde Israel vuelve a intensificar sus ataques aéreos y operaciones terrestres, la Media Luna Roja palestina anunció que 28 personas murieron y 54 resultaron heridas en un bombardeo contra una escuela que albergaba a familias desplazadas. Según el portavoz de la Defensa Civil de Gaza, Mahmud Bassal, al menos 140 personas han muerto en Jabalia desde el comienzo de la operación israelí, y «un gran número» de civiles siguen atrapados bajo los escombros, sin que los equipos de rescate puedan intervenir debido a la situación de seguridad.
El ejército israelí anunció que tres de sus soldados murieron en el norte de la Franja de Gaza, con lo que sus pérdidas ascienden a 353 soldados en el último año.
El conflicto entre Israel y Hamás estalló tras el ataque sin precedentes de milicianos islamistas en suelo israelí, que causó la muerte de 1.206 personas, la mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes. En respuesta, Israel lanzó una implacable ofensiva en la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, en la que ya han muerto más de 42.065 palestinos, mayoritariamente civiles, según datos del Ministerio de Salud, que la ONU considera fiables.
Ámbito