El caso contra Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado avanza luego de que, la última semana, la Policía finalizara su investigación y entregara a la Justicia un informe de 800 páginas para su evaluación y consideración, sobre si presentar o no cargos contra el ex presidente.
La Policía de Brasil presentó el pasado 21 de noviembre su investigación sobre la trama que condujo a lo que considera un intento de “golpe de Estado” de Bolsonaro, que buscaba derrocar y asesinar al actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, a fin de evitar que asuma en el máximo cargo ejecutivo.
Durante más de dos años, los investigadores conversaron con personas del círculo del político y evaluaron conversaciones y documentos que, según sostienen, evidencian que tras la derrota de Bolsonaro aquel año, mantuvo encuentros en el Palacio de la Alvorada para planear estas acciones. De hecho, en las últimas horas se conoció que se escucharon 53 grabaciones que comprobarían la presión por parte de altos oficiales del Ejército al entonces mandatario, para que permaneciera en el poder.
Las acusaciones de intento de abolición del Estado democrático de derecho, intento de golpe de Estado y organización criminal alcanzan a algunas figuras destacadas de su entorno, como el ex ministro de Defensa y Casa Civil, Walter Braga Netto; Augusto Heleno, del Gabinete de Seguridad Nacional; el ex director general de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), Alexandre Ramagem; y Paulo Sérgio Nogueira, de la cartera de Defensa, entre otros 32 nombres.
También están incluidos en el listado tres soldados de élite y un oficial de la Policía arrestados la última semana, por estar detrás de un plan paralelo para asesinar a Lula y a de Moraes.
Si bien las ideas de Bolsonaro no llegaron a concretarse por falta de apoyo de las Fuerzas Armadas, los seguidores ultraderechistas sí llevaron a cabo una insurrección en el palacio presidencial, el edificio del Congreso y el Tribunal Supremo en Brasilia, el 8 de enero de 2023.
Bolsonaro asegura ser inocente de los delitos de los que se lo acusa y, en su lugar, sostiene que se trata de una “persecución” política.
“El término ‘golpe de Estado’ nunca ha formado parte de mi léxico”, dijo en una conferencia de prensa, mientras que en sus redes sociales fue más tajante y cargó contra el Magistrado brasileño y el sistema judicial.
“De Moraes lleva toda la investigación, ajusta las declaraciones, detiene sin quejas, realiza una pesca de pruebas y tiene consejos muy creativos… hace todo lo que la ley no dice. Hay que ver qué hay en esta acusación de la PF. Voy a esperar al abogado (…) En la PGR es donde comienza la pelea. No puedo esperar nada de un equipo que utiliza la creatividad para denunciarme”, escribió.
(Con información de AFP)
Fuente Infobae