
El cierre de la autopartista japonesa Yazaki en Uruguay dejó a unas 1.200 personas sin trabajo. La multinacional tenía dos fábricas en Uruguay. La principal estaba en Colonia (funcionaba con unas 800 personas) y la otra en Las Piedras (tenía 300 empleados). El cierre de la empresa se da en medio de la transición de gobierno y genera preocupación en las autoridades electas, que buscan algunas alternativas a la crisis del sector industrial.

Sin embargo, el Poder Ejecutivo propuso instalar un ámbito de negociación para que la empresa pueda ayudar a la recapacitación del personal que queda sin trabajo y para intentar que los despidos que paga sean superiores a lo que estaba previsto.

“Si hay una ley que efectivamente hace que venga la inversión de capitales para instalar industrias, debe tener también una contraparte. No puede ser que nosotros y toda la sociedad uruguaya se entere de un día para el otro que la empresa se retira”, dijo Castillo, un viejo integrante del PIT-CNT (la central sindical de Uruguay) y secretario general del Partido Comunista.
“Acá los trabajadores y las trabajadoras reclaman trabajo, ellos quieren saber cuándo van a volver a entrar a trabajar. Sea con el nombre que tenga que tener la empresa y bajo el logo que tenga que tener”, declaró el futuro jerarca en una rueda de prensa.
Tras informar que se retiraría del país, Yazaki tuvo una reunión en la Cámara de Industrias en la que informó que llevar su producción a otras zonas de la región (como Paraguay y Argentina) le reduce los costos al menos un 20%. En ese encuentro, también insistió en los problemas en la cadena de producción que le generaban los conflictos sindicales, según dijo Gabriel Murara, el vicepresidente de la gremial, al noticiero Telemundo de Canal 12.

El futuro ministro de Economía, Gabriel Oddone, dijo al mismo medio que las personas que perdieron su trabajo son, en su mayoría, mujeres y jefas de familia. “El principal desvelo es cómo hacemos para crear puestos de trabajo de calidad y sostenibles a lo largo del tiempo”, señaló.
Oddone reconoció que Uruguay tiene “problemas de costos” para industrias como Yazaki. “Uruguay por diversas razones es un país caro y atravesamos una situación circunstancialmente afectada por los temas de competitividad. Yo tengo la impresión que estos temas son los que están detrás”, señaló el futuro ministro.
“Creo que las relaciones laborales en Uruguay son más rigurosas que en otros lugares de la región, pero están lejos de ser algo inmanejable. En distintos momentos del tiempo, algunos países de la región tienen situaciones políticas y económicas muy cambiantes. Uruguay es un país estable en ese sentido, con reglas de juego claras, con estabilidad en sus relaciones laborales. Es un país que se preocupa por proteger los derechos de las personas”, expresó.
Fuente Infobae