Luego de romper el silencio a un matutino porteño, la titular de la Fundación Madres de Plaza de Mayo volvió a pronunciarse sobre el tema en una entrevista televisiva.
Según dijo, la entidad que fundó puede dar “todas las explicaciones a la Justicia”, respecto de las presunciones sobre el mal uso de fondos públicos, aunque reconoció que no sabe «cuánto dinero maneja la Fundación».
Sostuvo asimismo que aceptará lo que dictaminen los jueces y, en referencia a los hermanos Schoklender, insistió con que «si tienen que ir presos, que vayan presos».
En ese sentido, acusó a Sergio Schoklender de querer «convertir a la fundación en una empresa», al tiempo que opinó que todas las versiones y los cruces que surgieron son «para pegarle a la Presidente».
“Yo no puedo negar que no hizo nada, es un tipo inteligente. Yo creí en él porque puso toda su vida a disposición de las Madres. Pero nos equivocamos, pensamos que él lo podía hacerlo. Fabricó una gran mentira”, disparó Bonafini sobre Sergio Schoklender.
Y agregó que desconocía los manejos irregulares porque «era un tipo que trabajaba 30 horas sobre 24, le pagaba a la gente y las construcciones se hacían».
Según Bonafini, sólo le extrañaba el uso que hacía de sus recursos económicos. “Lo que no me gustaba eran los gastos que él tenía”, comentó.
Señaló además que “sobre la mentira no quiero hablar, hay mucho delirio” y aclaró que la entrevista que concedió anoche “será la última” que dará a la prensa sobre este tema.
Bonafini también echó a Pablo Schoklender
Tras la crisis por el presunto manejo irregular de los fondos públicos destinados a la construcción de viviendas, la titular de Madres de Plaza de Mayo confirmó en la entrevista que decidió separar de su fundación a Pablo Schoklender y a otros 16 empleados de la institución que están siendo investigados por el juez Norberto Oyarbide y el fiscal Jorge Di Lello.
“Separamos a Pablo y a 16 personas que parecen que están contaminadas. Pablo fue una sorpresa, yo creía que era diferente”, comentó al tiempo que fundamentó la decisión en el hecho de que su “obligación” es “dejar limpia a toda la organización. Las madres ni siquiera no cobramos sueldos”, remarcó.
