La aviadora Wally Funk no sólo se convirtió este martes en la persona de más edad en llegar al espacio sino que además, a los 82 años, logró una revancha para sus compañeras del Mercury 13, el proyecto para convertir en astronautas a trece mujeres que finalmente fue descartado por la NASA en 1961.
El pasado 1 de julio, el magnate Jeff Bezos, anunció que Wally sería la encargada de pilotear su proyecto más ambicioso: el primer vuelo espacial tripulado de su compañía Blue Origin que este martes logró cruzar la línea de Karman que marca el límite entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior.
Fueron poco menos de once minutos, pero suficientes para que Wally consiguiera subirse a una nave espacial.
«En 1961, Wally Funk estaba en la cima de su clase como parte del Mercury 13», escribió Bezos en su cuenta de Instagram al anunciar que la mujer sería parte de la tripulación de la nave New Shepard. «A pesar de haber completado su preparación el programa fue cancelado y ninguna de las 13 voló», siguió el magnate.
Mary Wallace «Wally» Funk nació el 1 de febrero de 1939 en Las Vegas. En 1961, decidió sumarse al proyecto que llevaba adelante el médico estadounidense William Lovelace, el Mercury 13, con el que planeaba convertir a un grupo de trece mujeres en las primeras en llegar al espacio.
Como el resto de sus compañeras, las calificaciones de Wally fueron excelentes al igual que las pruebas físicas. Sin embargo, la NASA decidió cancelar el programa por un único motivo: eran mujeres.
Jerrie Cobb y Janey Hart, dos de ellas, acudieron al Congreso para plantear la discriminación. Entre las objeciones que escucharon, uno de los congresistas le planteó que siendo astronauta no podría criar como «corresponde» a sus hijos.
Otro de los que habló en el Congreso fue John Glenn, un reconocido piloto y el primer estadounidense en orbitar la Tierra. «El hecho de que las mujeres no estén en este campo es una realidad de nuestro orden social», dijo entonces Glenn.
En 1998, a los 77 años, Glenn se convirtió en la persona de más edad en llegar al espacio exterior al subirse a uno de los vuelos del trasbordador espacial Discovery.
Pero fue Wally Funk quien este martes le arrebató el título. Con una agilidad que en nada la diferenciaba de sus cuatro compañeros de la New Shepard, la mujer subió las interminables escalerillas que llevaban hasta la puerta de la nave, enfundada en su traje azul y una sonrisa a la que parecía no poder contener.
En todos estos años, Wally nunca perdió las esperanzas de poder tripular una nave espacial. Y aunque en 1983 Sally Ride se convirtió en la primera astronauta abriendo las puertas para otras mujeres, Wally nunca pudo concretar su sueño.
«Dije que quería ser astronauta. Pero nadie quería llevarme. No pensé que alguna vez iría allí», contó Wally en un video que publicó Bezos en sus redes sociales. «Nadie ha esperado tanto tiempo», le contestó el empresario, «bienvenida a la tripulación, Wally».
Fuente: telam